The New York Times/O Globo - GDA
Cuando Cristina vio a su amiga cercana partir a un largo viaje en auto en 2022, ambas prometieron mantenerse en contacto. Sin embargo, a medida que sus vidas se volvieron más ocupadas, las largas conversaciones telefónicas y el intercambio de videos comenzaron a desaparecer. Luego de un tiempo, al descubrir en redes sociales que su amiga había regresado pero no se había puesto en contacto, se sintió confundida y herida. Al preguntarle sobre la visita, recibió una respuesta breve y fría. Desde entonces, no volvieron a hablar.
Cristina sintió como si la hubiera “dejado” alguien con quien había compartido una relación cercana durante casi cinco años. Aunque no lamenta haber perdido a una amiga que no estaba dispuesta a dedicarle tiempo, le sorprendió lo mucho que la ruptura de esa amistad le dolió. De hecho, especialistas en relaciones afirman que terminar con un amigo cercano puede ser tan difícil como el fin de una relación romántica, aunque no exista un “guion cultural” para procesar el término de una amistad. “Fue realmente muy triste porque estás de luto por alguien que sigue vivo”, contó Cristina.
Estas rupturas representan un tipo de duelo “no reconocido”, según Beverley Fehr, psicóloga social. “Si alguien se divorcia o enviuda, generalmente recibe apoyo o, al menos, un reconocimiento del dolor que está enfrentando”, explica Fehr “Esto no suele ocurrir con las amistades”.
Por qué perder a un amigo puede doler tanto
Aunque algunas amistades terminan por un evento “catastrófico”, como una traición, muchas veces simplemente se extinguen gradualmente, explica Fehr. El "ghosting", término que describe el final repentino de una relación sin explicaciones ni advertencias, también puede darse entre amigos.
Una ruptura de amistad puede dejar a ambas partes a la deriva, sin el apoyo de alguien con quien solían compartir sus sentimientos más profundos.
Este fue el caso de Natalio, un estudiante de 23 años, quien recientemente perdió una amistad valiosa. “Sentí que estaba solo porque nadie entendía el tipo de dolor por el que estaba pasando”, comenta.
Tras conocer a un amigo por Instagram el año anterior, ambos se volvieron casi hermanos, intercambiando mensajes constantes sobre fútbol y otros temas. Sin embargo, después de una serie de conflictos, el amigo comenzó a distanciarse gradualmente.
Para mediados de octubre, quedó claro que la amistad había llegado a su fin. "Me dolió tanto como cualquier ruptura amorosa que he tenido, quizá incluso más”, relató Natalio, quien tuvo dificultades para comer y concentrarse en sus estudios tras la ruptura. “Lloré durante días, incluso semanas”, añadió.
Cómo terminar una amistad con compasión
Las rupturas de amistades son dolorosas para ambas partes y pueden no ser tan claras o unilaterales como parecen. Kathleen Smith, terapeuta, sugiere que es importante abordar el término con cuidado, especialmente si eres tú quien decide poner fin a la relación.
“Algunas personas quieren que alguien les diga: ‘Ya no estamos conectando’”, dice Smith. “Otras prefieren pensar que la persona simplemente estaba ocupada”.
Barbie Atkinson, también terapeuta, generalmente recomienda un enfoque directo, aunque reconoce que puede ser incómodo para ambas partes. Una conversación en persona o por teléfono es ideal, pero incluso un correo electrónico reflexivo puede ser suficiente.
“El camino más claro suele ser el más directo”, afirmó. Si sentís que tu amigo se está alejando y querés entender por qué, Atkinson sugiere preguntar: “He notado que estamos menos conectados últimamente y quería saber cómo estás.” Hacer preguntas puede abrir espacio para un diálogo en lugar de forzar una resolución inmediata.
En algunos casos, terminar una amistad puede traer tranquilidad. Eliana puso fin el año pasado a una amistad de más de una década marcada por altibajos. Comunicar de forma directa que no quería continuar con la relación la ayudó a Eliana a cerrar un capítulo de una amistad turbulenta que comenzó en en el liceo.
Por otro lado, Fehr advierte que ser directo al finalizar una amistad podría reducir las posibilidades de retomar la relación en el futuro, cuando ambas partes quizá tengan más tiempo o energía para invertir en ella. Independientemente del enfoque, recordá tratarte a ti mismo con amabilidad. “Es realmente importante reconocer que esto es una pérdida legítima “, concluyó Fehr.