Si llega el domingo de tarde y te envuelve una sensación de malestar y desmotivación, estás viviendo el monday blues. Se trata de un concepto que abarca un conjunto de síntomas que ocurren en un momento específico del fin de semana y que van desde la tristeza hasta la ansiedad y el enojo.
Maxi McCoubrey, psicólogo clínico y psicoterapeuta, explica que este conjunto de emociones negativas no es un cuadro clínico estudiado y tampoco está dentro de los manuales de diagnóstico clínico.
“La crisis de los domingos por la tarde o la noche se considera como la ‘depresión pre rutina semanal’”, dice la consultora psicológica, Noelia F. Vales. Para la especialista, este tipo de decaimiento ocurre cuando una persona no encuentra bienestar ni sensación de plenitud en su rutina semanal. “Ese día aparecen los síntomas que dejan en evidencia lo que está pasando en el interior de la persona”, enfatiza.
A su vez, el licenciado McCoubrey sostiene que esta sensación angustiosa se debe a que los fines de semana son los días en los que más se siente la soledad en las personas que no tienen una red social íntima o algo que los convoque más que el trabajo. Sumado a esto, también puede influenciar la baja de la luz solar que predispone cerebralmente a la tristeza o un estado de baja activación.
“No hay que generalizar ni estereotipar porque entran muchos factores en juego y el malestar tiene que ver con la historia de cada sujeto”, dice la licenciada en Psicología, Karen Ostertag. Para ella, debe analizarse caso por caso. A pesar de ello, coincide con los otros especialistas en que el domingo, al ser un día no laboral y de pausa, invita mucho más a la reflexión que cualquier otro día de la semana.
Los síntomas del monday blues.
Según Vales, los indicios varían dependiendo de quien los padece y de la situación emocional en la que se encuentra en ese momento, pero entre los más universales se encuentran:
- Episodios de ansiedad
- Apatía
- Angustia
- Sensación de tristeza
- Crisis existencial
- Enojo o ira al pensar en la rutina diaria
El malestar también tiene que ver con las expectativas que uno tiene sobre el fin de semana, dice McCoubrey. “Es como si llegásemos al viernes usando una analogía de que tenemos la batería en 3% y el domingo a la tarde tiene que estar en 90% y esto no es así”, sostiene. Además, agrega que esta desazón puede estar relacionada a la positividad tóxica que hay en la cultura y que obliga a que en los fines de semana hay que disfrutar, hacer gimnasia y todas las actividades que no se pueden hacer en la semana. “Luego descubrimos que lo único que pudimos hacer fue ir de la cama al living y mirar un par de series o comer helado con un tono emocional bajo y eso nos frustra más”, expresa.
Cómo superar la crisis del domingo.
McCoubrey hace énfasis en que las personas tienen que habilitarse a atravesar las emociones, permitiendo a la vez entender que son normales y que está bien que a uno le pese el malestar de una cultura que “obliga” a mostrarse siempre feliz.
Otra cuestión fundamental es tener pausas durante la semana para evitar pensar en el fin de semana como “un retiro de la vorágine”.
“Siempre recomiendo la escritura como un método de ayuda ante estos períodos de crisis”, dice la Ostertag, y explica que poner en palabras o tratar de entender lo que a uno le sucede ayuda a disminuir la intensidad de las emociones negativas. “Muchas veces angustiarnos y no saber el por qué hace que nos pongamos peor. Entonces, dar una significación a esas emociones, por lo menos alivia momentáneamente”, afirma.
Por último, agrega que una actividad que sirve para tratar la ansiedad y la tristeza es la meditación. “Trabajar en la respiración para relajar el cuerpo ayuda inevitablemente a tranquilizarnos. Es muy importante estar en el aquí y ahora, trayendo nuestra mente al presente para que no se inunde de pensamientos futuristas ni catastróficos”, concluye.
(Por La Nación GDA).