Empezó la primavera y todo vuelve a florecer, incluso nuestras oportunidades y abundancia. Para conseguirlo debemos dar paso a nuevas energías en nuestros espacios y en nosotros mismos. Es momento de cambio y de apertura, dejamos atrás el invierno que es un período de introspección y damos paso a la luz y el renacimiento. Debemos expandir y crecer en este período del año.

Un cambio de estación representa también un cambio de energía. Liberar nuestra casa de la acumulación y mantenerla ordenada a nivel simbólico es muy poderoso, pues el mensaje que estaremos transmitiendo es que estamos preparados para recibir las nuevas oportunidades que se nos brindan.

La mejor forma de empezar a hacerlo es realizar una limpieza energética en nuestros espacios y en nosotros mismos. Hoy te dejo algunos tips super sencillos que te ayudarán a limpiar las bajas vibraciones de tu hogar y de tu campo energético.

Para comenzar a trabajar en la limpieza energética de tus espacios, solamente debés contar con los siguientes elementos: un recipiente de vidrio transparente (puede ser un vaso, un pequeño bolw o un florero), un puñado de sal gruesa y un poco de vinagre blanco.

Tomá el recipiente de vidrio y colocá un tercio de sal gruesa en el fondo; agregá un tercio de vinagre blanco, dejando el último tercio libre. Podés hacer tantos recipientes como creas conveniente y ubicalos en cada rincón de tu hogar que creas necesario, que lo sientas está pesado o estancado. Podés ubicar uno por habitación, excepto en el baño.

Es importante que coloques tus preparados a una altura mayor a la de una mesa, de manera tal que mueva mejor la energía. En pocos días verificarás los cambios que se producen en tus recipientes: la sal toma forma, se eleva, cambia su color y de esa manera limpia el entorno.

Una vez notes estos cambios, tirá el contenido del vaso en el inodoro pensando en todo lo que querés dejar ir para que lleguen las nuevas oportunidades a tu vida. Podés repetir este procedimiento cuantas veces quieras, siempre intencionando tus deseos.

También debemos cuidar y limpiar nuestro campo energético y podemos hacerlo de varias formas.

Una opción es realizar baños purificadores si tenés una bañera en tu casa, utilizando para eso sal, vinagre o aguas florales.

Otra alternativa es realizar un sahumado, una de las prácticas más antiguas. El humo purifica y libera.

Para llevar a cabo este ritual necesitás una sahumadora o un cuenco de barro donde colocarás un trozo de carbón vegetal y la hierba de tu agrado. Colocá la sahumadora en el suelo, a tus pies, y dejá que el aroma de la hierba cubra todo tu campo.

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Algunas de mis hierbas preferidas son:

• Romero: tiene propiedades purificadoras, atrae energías limpias y luminosas.
• Salvia blanca: es una de esas hierbas sanadoras y aleja las vibraciones inapropiadas.
• Laurel: tiene poderes de protección, curación, purificación y fortaleza del espíritu.
• Lavanda: tiene propiedades de protección, nos transmite pureza y calma.
• Albahaca: está asociada a la buena suerte, a la fortuna.

También podés optar por una armonización con sonidos. Estos sanan, limpian y liberan.

Podés usar mantras, instrumentos como sonajas, tambores o cuencos que aumentan la vibración de nuestra energía vital y la de nuestro entorno.

Los sonidos nos conectan con frecuencias cerebrales más amplias, allí se abren posibilidades infinitas de sanación.

Al momento que escuches la música o hagas sonar el instrumento elegido, concéntrate y repetí lo que querés soltar y que no permanezca dentro de tu campo.

No podemos ver la energía a simple vista, pero sí podemos sentirla. La energía del hogar refleja nuestro propio estado emocional. Preparate para un nuevo comienzo y hacé que tu hogar tenga aroma a primavera.