La Nación, GDA
En los últimos años, los especialistas en relaciones de parejas pudieron catalogar a cada situación a la que puede llegar un vínculo amoroso. Una de ellas es el síndrome de Houdini, que puede afectar a uno de los dos y, en consecuencia, quebrar la relación.
Para hablar de este comportamiento es necesario volver el tiempo atrás hacia la época del mago Harry Houdini, reconocido a principios del siglo XX por sus habilidades en el escapismo, donde lograba liberarse de las situaciones más imposibles que se le presentaba: candados, esposas, cuerdas, bajo el agua y camisas de fuerza.
En cuanto a las relaciones amorosas, la persona que padece el síndrome de Houdini tiende también a escapar, pero en este caso, de una manera más sentimental, lo cual está vinculado con el mecanismo de evitación, según el sitio especializado Mejorconsalud.
Es decir, tienden a escapar de responsabilidades, no solo en un ámbito laboral, sino también en sus relaciones. El problema de esta persona es que al mismo tiempo que aumenta el compromiso en la relación, también crece una necesidad de escapar de él.
Finalmente, desaparece y se produce un problema muy popular en estos tiempos conocido como ghosting, un fenómeno social que ocurre cuando una persona decide desaparecer abruptamente y cortar la relación con otra persona sin explicación alguna.
Este síndrome se da porque se trata de una época de la sociedad que es demasiado individualista en comparación a otras históricas. “Hoy en día, los vínculos con los demás son más difusos y débiles. Se da la impresión de que las personas somos reemplazables en todo momento y en todo lugar. Ya nada dura para siempre, y tal vez muchos se rían ante este concepto”, explica.
Fases del síndrome de Houdini
Este comportamiento se da de forma progresiva y se pueden diferenciar tres etapas:
- Fase sentimental.
En la primera etapa, que es la de enamoramiento, por consiguiente, es todo color de rosas y parece una relación prometedora, es tan repentina que rápidamente desaparece. - Dudas.
Como se trata de un vínculo joven con bases poco sólidas, pueden aparecer interrogantes, ya que nada es tan lindo como en un principio y no se sabe qué es lo que va a suceder. - Escape emocional.
Una de las personas escapa a esta relación sin dar ningún tipo de explicaciones y no vuelve a aparecer. Además, deja de contactarse y no hace saber nada a la otra persona.
Según los especialistas, esto se da por tres factores.
—Uno de ellos es la inmadurez, es decir, la poca educación emocional de algunas personas a la hora de vincularse, que hace que no sepan cómo gestionarlas. Al mismo tiempo, se puede dar un miedo al compromiso o incapacidad de planificar la propia vida.
—El segundo, como se comentó antes, es por la sociedad individualista, donde los valores se cambiaron por una libertad malentendida en términos de expresiones de amor.
—Y el tercero, es la relación de los humanos con las nuevas tecnologías, es decir, las redes sociales brindaron una impresión de tener en el radar muchas potenciales parejas. Esto genera que sea difícil centrarse en una sola persona.
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