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Un contador que llena hojas de cálculo en la playa, un cuidador de perros que siempre tiene tiempo para un cliente más, un jugador de básquetball que lanza tiros libres hasta agotarse. Todas las profesiones tienen su cuota de personas trabajadoras y talentosas. Pero para algunos trabajadores —tal vez más que nunca en nuestro mundo siempre activo y siempre conectado— la prisa por enviar un correo electrónico más, cuidar de un perro más o anotar un punto más se transforma en agotadora.

El workaholism —la adicción al trabajo—es una característica común en el entorno laboral moderno. Un estudio reciente sobre su difusión en diferentes campos profesionales y culturas concluyó que aproximadamente el 15% de los trabajadores son workaholics (hacé el test al final del artículo y descubrí tu nivel de adicción). Esto significa millones de empleados sobrecargados en todo el mundo que no saben cuándo —ni cómo, ni por qué— deben detenerse.

Impulsados por la ambición, la propensión al perfeccionismo o el apuro por completar una tarea, trabajan más allá de cualquier apariencia de razonabilidad.
Según Toon Taris, científico del comportamiento e investigador sobre el entorno laboral en la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos, una ética de trabajo saludable puede cruzar la línea hacia la adicción, un cambio con consecuencias de largo alcance.
“Adicción al trabajo” es un término que se usa a la ligera, dice Taris, pero la enfermedad real es más común, más compleja y más peligrosa de lo que muchas personas imaginan.

"Las condiciones para el desarrollo de la dependencia del trabajo nunca han sido tan favorables como ahora", explica Taris.

Foto: Flickr.

Psicólogos e investigadores ocupacionales han estado estudiando medidas y definiciones del workaholism durante décadas. En un cambio significativo, ahora el término se considera una adicción con su propio conjunto de factores de riesgo y consecuencias, dice Taris.

Taris destaca que la etiqueta de “workaholic” no se aplica a las personas que trabajan muchas horas porque aman su trabajo. Estas personas son consideradas trabajadores comprometidos, dice él. "Eso está bien. No hay problema." Tampoco cuentan las personas que trabajan temporalmente para avanzar en su carrera o para pagar un coche o una casa. El workaholism es una categoría diferente dentro del capitalismo.

El consenso creciente es que la verdadera adicción al trabajo abarca cuatro dimensiones: motivaciones, pensamientos, emociones y comportamientos, dice Malissa Clark, psicóloga industrial/organizacional de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos.
En 2020, Clark y sus colegas sostuvieron que la adicción al trabajo implica una compulsión interna por trabajar, tener pensamientos persistentes sobre el trabajo, experimentar sentimientos negativos cuando no se está trabajando y trabajar más allá de lo que es razonablemente esperado.

En ciertos entornos, los errores en el trabajo pueden ser muy peligrosos. Un estudio de 2018 con 1.781 enfermeras en Noruega analizó los factores que predijeron incidentes laborales graves. El estudio descubrió que una característica aumentaba los riesgos: los workaholics eran consistentemente más propensos que sus pares a cometer todos los tipos de errores analizados en el estudio.

Un estudio de 2004 dividió a 5.853 trabajadores de tiempo completo en Bélgica en categorías: entusiastas del trabajo, adictos al trabajo, trabajadores relajados y trabajadores desencantados. Los workaholics reportaron más problemas de salud que cualquier otro grupo. Los entusiastas del trabajo, por otro lado, prácticamente no reportaron problemas de salud, lo que destaca la gran diferencia entre adicción y placer.

Foto: Flickr.

Existen ciertas condiciones en las que los workaholics pueden prosperar, aunque no sean las mismas que las de la vida del trabajador promedio.
Un estudio realizado en Alemania en 2024 con 300 estudiantes de psicología, de los cuales más del 90% eran mujeres, descubrió que los workaholics estaban en mejor situación física y emocional que sus pares menos motivados durante un período de seis meses.
La autora principal, Nina Junker, psicóloga laboral en la Universidad de Oslo, en Noruega, señala que los estudiantes tienen objetivos a corto plazo bien definidos y descansos integrados entre los semestres. "Si se esfuerzan al máximo, tendrán la oportunidad de recuperarse y recargar las baterías", dice.

Hasta ahora, según Taris, ninguna intervención ha sido científicamente probada para curar de forma confiable la adicción al trabajo. Si los workaholics realmente quieren seguir trabajando más allá del punto de no retorno, no hay mucho que se pueda hacer para detenerlos. Amigos y familiares pueden hacer sus peticiones, jefes y empresas pueden cambiar sus políticas, y algunos workaholics pueden reducir su actividad por sí mismos. O pueden estar demasiado ocupados escribiendo otro correo electrónico.

Responde a estas preguntas utilizando una escala de 0 a 5, donde 0 = nunca y 5 = siempre.

• ¿Sentís una presión interna constante para trabajar?
  
• ¿Realmente querés trabajar todo el tiempo?
  
• ¿Pasás tu tiempo libre pensando en el trabajo?
  
• ¿La mayoría de tus pensamientos están relacionados con el trabajo?
  
• ¿Te irritás cuando pierdes un día de trabajo, sea cual sea el motivo?
  
• ¿Te sentís agitado si algo te impide trabajar?
  
• ¿Vas más allá de las exigencias de tu trabajo?
  
• ¿Trabajás cuando tus colegas toman un descanso?

¿Cuál fue tu puntaje? Varias respuestas de 4 o 5 (llevando a una puntuación total de 32 o superior) sugieren dependencia al trabajo.