En el Feng Shui consideramos que cuando realizamos ciertas acciones nuestra energía se puede activar y de la misma manera sucede con nuestro hogar. Con la aplicación de determinadas acciones podemos cambiar la energía predominante del espacio y vivir en un ambiente próspero.
Nuestro ambiente es un reflejo de nuestro interior, por lo tanto, de nuestros estados de ánimo. Los hogares tienen una vibración en sintonía con sus habitantes, de ahí la importancia de cuidar de nuestro espacio para cuidarnos a nosotros mismos y viceversa.
Es muy importante en las mañanas despertar la casa tal y como lo hacemos con nosotros, los espacios deben activarse para comenzar su funcionamiento. Te llevará unos minutos en la mañana y tu casa te recibirá mejor a tu regreso.
Con estos cuatro pasos diarios, te enfocarás en el futuro que deseas atraer:
1. Comienza por abrir cortinas y ventanas, dejando entrar la luz natural. Ventila todos los espacios, estarás moviendo la energía estancada de la noche.
2. Ordena la ropa que quedo del día anterior, selecciona lo que debes lavar y tiende la cama, mantener el orden visual favorece el descanso y da mayor energía vital.
3. Encendé unos minutos las hornallas, si es que no la usas por las mañanas. La cocina como ambiente es el alma del hogar, encender el fuego activa el hogar y nos activa a nosotros.
4. Encendé algún aroma en la mañana, un hornito con alguna esencia, un sahúmo de tu preferencia, los aromas nos activan profundamente. Busca esencias diferentes y las vas alternando.
Mientras haces estos pequeños pasos matutinos visualiza el día que querés tener, tus metas diarias, ya verás como paso a paso la energía comenzará a cambiar. Volcar intención a nuestros pensamientos y acciones mueve mucho más de lo que creemos.
Por último y no menos importante: si dejaste algún objeto en la entrada de tu casa que no corresponde que este ahí acomódalo. La llegada a nuestro hogar es sumamente importante, nos recibe y tamiza las energías que traemos de todo el día. Cuidemos la llegada al hogar para cuidar la energía con la que ingresamos a él.
Recordá: tu casa te esperará de la misma forma que tú la tratas. Cuidala, amala y dale energía vital para recibir lo mismo de ella. Generando armonía en mi presente logro el futuro próspero que deseo.