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Ver solo ocho minutos de videos en TikTok puede impactar negativamente la imagen corporal de una mujer, según un nuevo estudio publicado recientemente en la revista científica Plos One. Investigadores liderados por la Universidad Charles Sturt, en Australia, entrevistaron a 273 mujeres de entre 18 y 28 años sobre su imagen corporal y los estándares de belleza.
Luego, las dividieron en dos grupos. Cada grupo vio diferentes compilaciones de ocho minutos de videos de TikTok. El grupo de control vio de 7 a 8 minutos de contenido “neutral”, con escenas de naturaleza, videos de cocina, animales y clips de comedia. El otro grupo vio de 7 a 8 minutos de contenido explícito sobre alimentación desordenada, mostrando escenarios como mujeres jóvenes restringiendo su alimentación, haciendo bromas sobre comportamientos alimentarios desordenados, pasando hambre y compartiendo consejos para perder peso.
“Descubrimos que ver solo siete u ocho minutos de contenido pro-anorexia en TikTok aumentó significativamente la insatisfacción corporal y la internalización de los estándares de belleza de la sociedad”, dijo Rachel Hogg, profesora senior de la Escuela de Psicología Charles Sturt y líder del estudio, en un comunicado.
“Sabemos que la mayoría de los usuarios de TikTok pasa mucho más tiempo en la plataforma cada día, por lo que el cambio que observamos en el grupo experimental del pre-test al post-test podría ser solo la punta del iceberg en términos de impactos negativos a largo plazo”, añadió.
La investigación se centró específicamente en TikTok en lugar de otras plataformas de redes sociales, dada su entrega exclusiva de contenido basada en algoritmos. A diferencia de otras plataformas de redes sociales donde los usuarios tienen mayor autonomía sobre el contenido generado en el feed de noticias de su página de inicio, el algoritmo de TikTok registra datos de usuarios individuales y propone videos diseñados para captar la atención del usuario, creando específicamente una página personalizada.
Este feed sugiere videos de cualquier creador en la plataforma, no solo de cuentas seguidas o con un gran número de seguidores. Como tal, si un usuario interactúa con un video, ya sea dándole "me gusta", compartiéndolo, comentando o buscando contenido relacionado, el algoritmo continuará mostrando videos similares en su página.
El problema es que un usuario puede buscar contenido de positividad corporal o anti-anorexia, pero terminar expuesto a contenido pro-anorexia debido a la naturaleza del algoritmo.
“Esto significa que alguien que simplemente ve un video sobre, digamos, la preparación de una comida o un entrenamiento de gimnasio, podría ver contenido pro-anorexia en su feed”, señala Hogg. “Independientemente de si están buscando ese contenido intencionalmente, existe una gran posibilidad de que estén expuestos a él”.
Para Hogg, el resultado del experimento fue sorprendente, dado que también hubo una reducción en el nivel de satisfacción con la imagen corporal en el grupo de control.
"No esperábamos esto, ya que el contenido del video del grupo de control no tenía nada que ver con la imagen corporal o los ideales de apariencia, pero una posible razón para esto podría ser la repetición de la administración de la 'Escala de Estados de Imagen Corporal' (BISS) en un corto período de tiempo, lo que hizo que los participantes prestaran más atención a su apariencia de lo habitual", explica ella.
Ante estos resultados, la investigadora reitera la necesidad urgente de controles y regulaciones más estrictas en TikTok para evitar la circulación de contenido perjudicial pro-anorexia.
La investigación recomienda implementar controles efectivos en TikTok para restringir el acceso a este tipo de contenido, así como aumentar la concientización sobre el daño psicológico potencial del contenido relacionado con la alimentación desordenada y promover estándares saludables de imagen corporal.
"Las redes sociales ofrecen retroalimentación instantánea y cuantificable, junto con imágenes idealizadas en línea que pueden influir en el valor que los adolescentes atribuyen a las relaciones entre pares y a los procesos socioculturales de socialización de género relevantes para este período de desarrollo, creando la 'tormenta perfecta' para las jóvenes usuarias de las redes sociales, especialmente mujeres", dice Hogg.
"Existe una necesidad crítica de un cambio cultural y organizacional para proteger a los jóvenes usuarios de los efectos perjudiciales de dicho contenido".