El Comercio/GDA
Ser perfeccionista es un rasgo de la personalidadque se manifiesta como una búsqueda constante de la excelencia y la perfección en todos los aspectos de la vida.

Una persona perfeccionista se enfoca en los errores o las imperfecciones en lugar de reconocer sus logros y éxitos, es exigentes consigo misma y tiene alta carga emocional y física. Estas personas experimentan diferentes trastornos a la salud mental debido a la presión de alcanzar el nivel de perfección que es imposible lograr.

Suelen ser procrastinadores, ya que esto puede hacer que se sienta abrumada por la idea de no hacer todo perfectamente. Hay una diferencia entre el perfeccionismo y la búsqueda saludable de la excelencia, la cual se centra en el progreso y el aprendizaje, mientras que el perfeccionismo se enfoca en alcanzar un estándar de perfección inalcanzable y puede llevar a un estado de insatisfacción constante.

Las principales consecuencias dañinas del perfeccionismo son las siguientes:

Ansiedad y estrés: Debido a la presión constante para cumplir con estándares extremadamente altos, los perfeccionistas frecuentemente experimentan altos niveles de ansiedad y estrés. La ansiedad crónica puede ser el resultado de una preocupación persistente por no cumplir con esas expectativas.

Depresión: Cuando se dan cuenta de que no podrán cumplir con sus exigentes estándares, los perfeccionistas pueden deprimirse y sentirse inadecuados. Como resultado, es posible que se sienta desesperanzados y deprimidos.

Baja autoestima: Es común que los perfeccionistas sean extremadamente críticos con su propio trabajo y con ellos mismos, lo que puede resultar en una baja autoestima. Pueden creer que nunca son lo suficientemente buenos y que deben esforzarse constantemente más para lograr la perfección.

Agotamiento emocional: El perfeccionismo puede ser muy agotador emocionalmente. Una sensación continua de agotamiento físico y emocional puede ser el resultado de tener que cumplir con altos estándares de forma regular.

Problemas físicos: La salud física también puede sufrir con el perfeccionismo. Debido a su estrés continuo, los perfeccionistas pueden desarrollar dolores de cabeza, problemas digestivos, problemas para dormir y otros problemas físicos.