Victoria Vera Ziccardi, La Nación - GDA
“Yo diría que hay un fuerte vínculo social y emocional entre ella y quienes la escuchan. En general, cuando las personas se vuelven fanáticas o parte del fandom de un artista, a menudo es porque hay algo en esa figura pública o celebridad, que se conecta con su identidad de alguna manera. Especialmente en el caso de esta artista, ella atrae masas de seguidores de todas las edades por varios motivos: el argumento de sus letras, así como las emociones que subyacen al contenido de las canciones que hacen que las personas se sientan identificadas”, cuenta Sofía Valente de 26 años respecto de la popularidad que tiene Taylor Swift en la industria musical y el poder de influencia que tiene sobre quienes la escuchan.

Su álbum “Midnights”, salió a la venta a finales del 2022 y fue el más vendido del año con 1,8 millones de copias. Su lanzamiento más reciente, “Speak Now (Taylor’s Version)”, debutó en julio de este año en el puesto número uno, lo que hizo a Swift alcanzar su duodécima vez en el primer puesto, superando a Barbra Streisand por la mayor cantidad de álbumes No. 1 de una artista mujer.

La gira mundial que está haciendo en la actualidad, llamada “The Eras Tour” llena estadios en los EE. UU. y está próximamente a convertirse en la gira de conciertos con mayor recaudación de todos los tiempos. Según han comunicado en medios de comunicación algunos analistas económicos estiman que la gira tendrá un impacto económico total de $ 5 mil millones en las ciudades anfitrionas de los conciertos. Incluso, el Sistema de la Reserva Federal de EE.UU. destacó públicamente el efecto que su gira está teniendo en las economías regionales.

Hecha la introducción, es más fácil asimilar el nuevo veredicto al que llegó un estudio estadounidense. “Las personas inteligentes escuchan a Taylor Swift. Seguro que a los ‘swifties’ -apodo de sus seguidores- esto les va a encantar. No solo tienen un buen gusto musical, sino que además ahora son oficialmente los alumnos académicamente más inteligentes”, señala un usuario en Twitter al compartir la conclusión del artículo.

El estudio realizado por College Rover, -una consultora informativa para estudiantes y padres sobre las distintas universidades estadounidenses-, descubrió que Taylor Swift es la artista más escuchada entre los estudiantes que poseen los promedios de calificaciones más altos.

Para llegar a ese resultado, los académicos encuestaron a 1025 estudiantes universitarios de 18 a 23 años de edad sobre la música que escuchaban mientras estudiaban y, posteriormente, analizaron las características de las composiciones y los artistas que eran mencionados. Una de las conclusiones fue que Taylor Swift es la cantante favorita de los estudiantes con un GPA -promedio de calificaciones- alto de 3.5 a 4.0, lo que representa a un 30% de los alumnos encuestados; a la intérprete de “All Too Well” le siguieron The Weeknd con el 29% y SZA con el 26%.

Otros hallazgos fueron: la música pop es el género más escuchado cuando se estudia, seguido de Lo-fi y Hip-Hop/Rap. Sin embargo, para la mayoría de los alumnos que tienen un GPA alto, la música clásica, instrumental, indie, folk y country son la más sintonizadas. A la vez, estos últimos tres géneros mencionados coinciden con el tipo de música que hace Swift.

De todos modos, este no es el único caso que se ha viralizado sobre las habilidades que adquieren quienes escuchan a Swift. Hace poco, Sean Connolly, un profesor de escuela primaria en los Estados Unidos se ha viralizado en las redes sociales por mostrar cómo utiliza canciones de la cantante para ayudar a sus estudiantes a aprender conceptos difíciles para los pequeños como lo son hacer cuentas matemáticas, aprender idiomas o decir la hora.

En conversación con un medio estadounidense, Connolly confesó que su iniciativa realmente ha ayudado a los niños a aprender conceptos difíciles y a retener información en general. También ha sido divertido para él y sus estudiantes ver las respuestas del público en Instagram y TikTok. De hecho, la mismísima Taylor Swift mostró su apoyo en uno de los videos publicados por el profesor.

Ahora, ¿cómo se puede explicar esto desde el campo de la neurociencia?

Ramiro Fernández Castaño, médico neurólogo especialista en neurología cognitiva y medicina del sueño, explica que en el último caso mencionado es totalmente cierto que las técnicas que utiliza Connolly son efectivas. “Al hacer que los niños pongan en la letra de una canción conceptos difíciles de aprender se logra que involucren más sentidos en el proceso de aprendizaje. Entonces, al hablar, cantar y escuchar, prestan más atención porque quizás es una canción que los interpela o conocen”, dice el experto. Esto, según él, tiene buenos resultados porque cuántos más sentidos se involucran al estudiar o aprender algo, más fácil va a ser retener la información o más fuerte va a ser la memoria.

En lo sucesivo, el Dr. Fernández Castaño destaca que seguramente a los alumnos universitarios con promedios altos que escuchan a Taylor Swift les resulta efectivo escuchar su música dado que les puede evocar recuerdos positivos, transmitir armonía y tranquilidad. “Considero que para poder retener la información y fortalecer la memoria uno tendría que escuchar una música más bien tranquila, que no tenga muchos cambios bruscos en los tonos ni de entonaciones porque eso distrae, la atención se pierde y uno deja de concentrarse en el acto de aprender o estudiar”, añade.

Asimismo, el médico cuenta que en la Argentina se llevó a cabo un estudio muy interesante en el que hacían estudiar a niños con música y después a algunos los hacían dormir con esa misma melodía. “Los chicos que dormían con la misma música con la cual habían estudiado recordaban mejor lo estudiado que aquellos que no habían dormido con esa música”, relata. Sucesivamente, cuenta que esto ocurre porque en la etapa de consolidación de la memoria -que sucede durante el sueño- tuvieron ese componente sensorial adicionado de la música que ayuda a consolidar la memoria.

“Este mismo proceso es el que pasa cuando se lee un libro y se puede aplicar en un sinfín de situaciones. Incluso, los profesionales utilizamos algunas canciones populares para que las personas aprendan a hacer RCP y dado un momento de urgencia, puedan recordar bien cómo es el procedimiento”, enfatiza.