Cuando comenzamos una relación de amistad, siempre vemos lo bueno de las personas, sobre todo cuando nos conocemos desde pequeños. Sin embargo, por el tiempo de conocerse, dejamos pasar ciertas actitudes hostiles, egoístas o pasivo-agresivas que no queremos ver. Lo importante es reconocerlo y comenzar a establecer vínculos saludables, tanto con nosotros como con el resto de personas.
Para empezar, debemos dejar de hacernos cargo de los problemas de quienes no nos tratan bien ni nos hacen bien. Liberarse de las personas tóxicas es sumamente complicado, pero por el bien de nuestra salud mental debemos intentarlo; o al menos, a tratarlas bajo nuestras propias condiciones y términos.
¿Cómo nos afectan las personas tóxicas?
Las personas tóxicas son aquellas que constantemente nos causan malestar, incluso con cosas que suceden en el día a día, debido a su manera de relacionarse con los demás; nos desgastan psicológicamente todo el tiempo que los vemos. En algunos casos, se comportan de un modo más o menos correcto con parte de sus conocidos, pero no con todos debido a dinámicas de clasismo, xenofobia, etcétera.
Consejos para liberarnos de las personas tóxicas.
Estas son algunas recomendaciones para librarnos de las personas tóxicas.
Identificá a la persona a partir de su conducta: El primer paso, y el más importante, es identificar los comportamientos que tiene la persona tóxica que son perjudiciales y nos afectan de cualquier manera. Para identificarlos debemos tener en cuenta cuáles son las características de las personas tóxicas.
Reducí el contacto: El más difícil, pero importante es alejarte progresivamente de esa persona, solo interactuar en momentos importantes.
Comenzá a buscar otros amigos: Una opción puede ser buscar a aquellas personas con las que solíamos conectar o llevarnos bien en el pasado, o también salir en grupo para que puedas conocer a otras personas.
Establecé límites claros: Debemos dejar claro qué no toleramos en una relación o conversación. No hay que dejar que esa persona tóxica pase por encima de nuestros límites, decilos con claridad y cada vez que los atraviese pedí explicaciones.
Entrená tu capacidad de decir que no: Si has notado que te cuesta decirle no a la persona, es momento de empezar a hacerlo. Ponerle un parate a sus manipulaciones, es un buen inicio para alejarte de esa persona.
Asistí a terapia: Puede ocurrir que —para cuando hayamos decidido librarnos de las personas tóxicas— nuestra autoestima esté muy baja. Si es el caso, lo mejor es que acudir a psicoterapia para ser plenamente capaces de defender nuestros intereses y puntos de vista en igualdad. Y si no somos capaces de reconocer que una persona es tóxica, la terapia también nos ayudará.
El Comercio / GDA