The New York Times
De niño, Josh Patner se acostumbró a pasar por encima de su madre, que solía tirarse en el piso de la cocina cada vez que llamaba su suegra. “Mi abuela hablaba hasta por los codos”, recordó Patner, de 61 años. Para sobrellevarlo, su madre “se tumbaba en el suelo y se apartaba el teléfono de la cabeza”. El padre de Patner, también aficionado al suelo, se tomaba una siesta de 20 minutos bajo el piano familiar cada noche después de volver del trabajo.
Por eso no es de extrañar que a Patner le guste estar en el suelo en su casa de Brooklyn o incluso en casa de sus amigos, en parte para estirar y aliviar la espalda (tiene escoliosis), pero también, según señaló, porque lo tranquiliza.
“Si te conozco lo suficiente como para sentarme en tu sofá, te conozco lo suficiente como para tumbarme en tu piso”, dijo. Aunque esto no es nada nuevo para Patner, otros recién se están sumando a esta práctica: las publicaciones con el hashtag #floortime (tiempo en el suelo) han conseguido millones de visitas en TikTok.
Lily Bishop, estudiante de posgrado en Chicago, grabó un video en el que aparecía boca arriba sobre su alfombra beige, mirando en silencio al techo, con los brazos abiertos. “Soy una persona de suelo hasta la médula”, se leía en el vídeo. “¿Terminó una reunión? Suelo. ¿De vuelta del gimnasio? Suelo. ¿Ganas de una siesta? Suelo”. “Creo que me relaja y me hace estar más presente, y aquieta los pensamientos ansiosos”, dijo Bishop, de 27 años, cuando la contactamos por teléfono.
Para ella, la sensación es similar a ver las olas del mar llegar a la orilla, pero sin tener que ir a la playa. “No hace falta tener un entorno sereno y natural”, dijo. “Solo necesitas el suelo”.
¿Qué tiene de bueno estar en el suelo?
Aunque no existen muchos estudios realizados sobre este tema que ensalcen los beneficios de tumbarse en el piso, los psicólogos dicen que es poco probable que hacerlo nos haga daño, e incluso puede ayudarnos a sentirnos más conectados con el presente.
Cuando te tiras boca arriba, tu postura es abierta y relajada, lo que puede tener un efecto calmante, dijo Ellen Hendriksen, psicóloga clínica de Boston.
“Tu cuerpo y tu estado de ánimo quieren alinearse”, dijo. Por eso es difícil sentirse esperanzado y optimista si estás desplomado en la silla, con la cabeza colgando hacia abajo, añadió. O por qué levantamos los hombros o apretamos las mandíbulas cuando estamos ansiosos. Tumbarse en el suelo también podría ayudarnos a evitar rumiar, explicó Alan Fogel, profesor emérito de psicología de la Universidad de Utah y autor de Restorative Embodiment and Resilience.
“En nuestra cultura occidental, no tenemos muchos espacios para restaurarnos”, dijo Fogel. “No hay descansos. No hay recreos”.
Quizás supones que un colchón cómodo sería más apropiado para relajarte. “Pero lo que suele ocurrir, sobre todo en lugares familiares como nuestra cama, es que nuestra mente sigue trabajando”, dijo Fogel. “Pensamos en lo que ha pasado durante el día. Pensamos en lo que podríamos haber hecho o deberíamos haber hecho”. Sin embargo, al tumbarte sobre una superficie más dura, como el suelo, puedes estar más atento a lo que siente tu cuerpo y menos concentrado en tus pensamientos.
Para estar cómodo, es necesario dejar reposar todo tu cuerpo en el suelo y ablandar los músculos, añadió Fogel. Concentrarte en dejarte llevar facilita la descompresión del cuerpo y la mente, para “simplemente existir”, dijo.
Kara Lennon, de 34 años, ejecutiva de cuentas e instructora de ciclismo en interior en Boston, es aficionada a pasar tiempo en el suelo desde hace una década. “Es como salir y sentarte a tomar sol” durante unos minutos, dijo. Te sientes mejor, “y luego puedes volver a lo que estás haciendo”.
La gente lleva siglos sintiéndose atraída por el suelo. Algunos ejemplos son la postura de yoga savasana, que ayuda a las personas a relajar lentamente cada parte del cuerpo tumbadas boca arriba; la meditación zen o las ceremonias del té, que a menudo tienen lugar en el suelo; y el sistema de calefacción por suelo radiante de las casas coreanas, que hace que el suelo sea aún más apetecible para dormir, estudiar o comer.
¿El suelo es para ti?
No todo el mundo encontrará alivio en el suelo. Algunos pueden tener problemas físicos, por ejemplo, que hacen que sea incómodo o doloroso para ellos. Si puedes probarlo y quieres darle una oportunidad a pasar tiempo en el suelo, “concéntrate en tu respiración, realmente presta atención a tu interior”, dijo Rachel Goldman, psicóloga y profesora clínica adjunta de psiquiatría en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York. ¿Te sientes más relajado, más centrado o con más control? Si es así, dijo, “es una estrategia adicional que puedes utilizar cuando sientas que lo necesitas”.
Lennon reconoció que “puede parecer una tontería”, pero en su caso, tomarse un descanso en el suelo aunque solo sea por unos minutos al día le permite ser más productiva mientras trabaja desde casa.
“Es como pulsar el botón de reinicio durante un segundo”, dijo.
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