"Todos estamos a un paso de una enfermedad mental", dijo la psicóloga española Silvia Olmedo

La psicóloga, conferencista y escritora española estuvo en Uruguay y habló sobre la salud mental, cómo cuidarla y contó cuáles son los ingredientes para la receta de la felicidad.

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silvia olmedo
La psicólogo, escritora y conferencista española Silvia Olmedo
Foto: Patricia Vicente

"Todos estamos a un paso de una enfermedad mental y quienes lo niegan se acercan más”. La frase golpea fuerte y es de Silvia Olmedo, psicóloga española, conferencista, escritora con más de dos millones de libros vendidos, quien visitó Montevideo y ante un auditorio de unas 50 mujeres, comprobó como solo ocho levantaron la mano tímidamente cuando les preguntó quién atravesó una patología de ese tipo.

La salud mental sigue siendo tabú, aún continúa dando vergüenza. “Cuando tenemos un catarro, no lo negamos y cuidamos para que no se vuelva neumonía. Pero en la salud mental no lo hacemos”, resaltó Olmedo, quien tras la conferencia en el ciclo WomanKind, de Piso 22, conversó con El País.

Este es un extracto de la entrevista.

-¿Cómo evitamos llegar a una enfermedad mental?
Lo primero es aceptar que todos podemos llegar. Solemos pensar que no nos pasará a nosotros e incluso lo estigmatizamos, pero estamos en un contexto totalmente ansiógeno, el estilo de vida de la mayoría está sobreestimulado, saturado. Entonces, la pregunta no es “¿me pasará?”, sino “¿cuándo?”.

En esta sociedad, donde si conseguís algo, al año siguiente te dicen “¿y ahora qué más?”, te cargás y te cargás hasta que tu cuerpo y tus emociones colapsan. Lo más importante es ser conscientes de eso y entender que no existe Superman o Superwoman. Podés mostrarse fuerte, pero si cargás una maleta y otra y otra, te romperás la espalda.

-¿Y cuando pasa: ¿mantenerlo en privado o contarlo?
Si no escondemos un catarro, no tendríamos que esconder un padecimiento mental. Pero antes de llegar a eso, es importante poner límites. “Estoy saturada, no puedo más”, hay que decirlo. Ahora, si ya no dormís, reaccionás de forma desproporcionada o tenés cambios de humor, ahí ya hay síntomas para sospechar que estás padeciendo un trastorno de ansiedad o depresión, y hay que ir a psicólogo o psiquiatra.

-¿Cómo salir de esa creencia de que el psiquiatra es para los locos?
El psiquiatra es para quienes necesitan una ayuda extra al inicio, que es la medicación. Por ejemplo, si alguien no duerme, estará saturado emocionalmente y a veces hay que ayudarle con fármacos. Pero para la mayoría de los psiquiatras y psicólogos clínicos el mayor éxito es poder sacarlos de los medicamentos, que son para tener a la persona estable y poder empezar a trabajar en su voluntad y sus ideas limitantes.

-Los psicólogos trabajan con el músculo más duro del ser humano, según tu definiste, que es la voluntad. Pero, ¿la voluntad le gana a una enfermedad mental?
No es solo voluntad, es esfuerzo, es que el día que no tienes ganas de ir a consulta, vayas; es que te levantes y hagas ejercicio cuando menos energía tenés.

Y también depende del padecimiento y la gravedad, porque no es lo mismo un paciente con depresión leve, que uno con trastorno bipolar o depresión severa.

-La salud mental está de moda en las redes sociales y pululan los influencers. ¿Qué pensás sobre esto?
Una cosa es informar, otra es motivar y otra es que los influencers hagan de terapeutas. Esa positividad tóxica de “échale ganas” es terriblemente peligrosa. Cuando una persona tiene un catarro y no puede oler la comida, no le decís “probá esta paella, que está riquísima”, porque no le sabe a nada. No se trata de echarle ganas. Y lo mismo con la depresión: te pueden dar lo que sea, que no encontrarás sabor.

-Qué es peor: ¿que sea tabú y no se hable o este boom de influencers de salud mental?
Es peligroso, pero prefiero que se empiece a hablar. Es lo menos malo. En el momento en que visibilizamos que personas que consideramos líderes han vivido una situación como esa, tenemos menos miedo o vergüenza de decir que también nos pasa. Con eso, al menos, podemos conseguir que la persona pida ayuda.

"Cómo saber si estás a dos pasos de la locura" es el último libro editado por Silvia Olmedo
"Cómo saber si estás a dos pasos de la locura" es el último libro editado por Silvia Olmedo
Foto: Web

-El problema puede ser que le pida ayuda a alguien que no sea el adecuado.
Sí, es importante que la ayuda se pida a un psicólogo o psiquiatra, nada de numerología o influencers… Hay gente que se aprovecha del estado de vulnerabilidad de otro ser humano.

De hecho, yo, que soy personaje público, no debería atender en consulta. Ningún psicólogo que sea personaje público y haga divulgación debería atender en consulta. Si tú vienes a mí, ya me has visto en la tele, en redes, ya tienes una imagen formada de mí, ¿qué rapport vamos a establecer? Y además, puedo cobrarte mucho más.

Las personas más admirables del mundo son los psicólogos y los psiquiatras porque son una máquina de convertir desechos humanos en fertilizante. Pero pasar terapia todos los días es muy duro, muy desgastante y está muy mal pagado.

-En la conferencia dijiste que no existe “fórmula para la felicidad”, sino una receta. ¿Qué ingredientes lleva?
Primero hay que analizar cuáles son los venenos, lo que no hay que poner en el platillo. Por ejemplo, en mi caso: situaciones de mucho estrés, en las que me siento sobresaturada.
Y luego, los ingredientes que sí: en qué soy buena, qué hago bien, qué me hace bien, de qué puedo vivir -aunque no sea lo que más me gusta- y cómo puedo hacer lo que me amo.
Cada uno tiene que diseñar su receta. No hay una universal.
Por ejemplo, a mí no me gusta volar y hay gente que me dice que lo que hago es una locura. ¿Cómo puedes tomar más de 40 o 50 vuelos al año? Lo hago porque hay cosas que, pese a que no me gustan, aprendí a llevarlas bien para poder vivir de lo que amo.

-Así como las actividades, también están las personas que no nos hacen bien. ¿Qué hacer cuando la persona “tóxica” es cercana, como un hermano o una madre?
Primero, analizar por qué esa persona no te hace bien. ¿Es que no la toleras? ¿Es que te asfixia? ¿Es que te lleva a un lugar en que no querés estar? ¿Es alguien que amás, pero que no tenés afinidad?
Por ejemplo, cuando utilizan técnicas muy tóxicas como el chantaje emocional, hay que comprenderlo y no entrar en la discusión de querer convencerlo.

silvia olmedo
La pscicóloga, conferencista y escritora española, Silvia Olmedo, estuvo en Uruguay
Foto: Difusión

-¿Hay que perder el miedo de cortar con esos vínculos que siempre se pensó que no se puede cortar?
Hay maneras de estar, sin cortar. Poner límites y reglas. Por ejemplo, si es una madre, decirle: “Si me vas a hablar mal de mi hermano, no puedo. Pero, ¿cómo estás tú?”. Cambiarle la dinámica, conducirla a un lugar en el que merece la pena estar.

-Entonces, en el trabajo y las relaciones, los límites son la clave.
Sí, y hay que entender que poner límites no quiere decir dejar de hablarle a alguien. Si estoy de bajón, yo sé que no puedo ver a determinadas personas, que son maravillosas, pero me ponen peor y en ese momento debo alejarme.

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