Turismo de bienestar: por qué los psicólogos recomiendan caminar en la naturaleza con atención plena

En un mundo donde el ritmo acelerado, la hiperconectividad y las demandas constantes generan altos niveles de estrés, la necesidad de encontrar espacios de desconexión se ha vuelto crucial

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Turismo de naturaleza
Turismo de naturaleza
Foto: Freepik

En consulta, una de las preguntas más frecuentes es: ¿cómo puedo manejar el estrés y la ansiedad en mi día a día? Si bien las estrategias terapéuticas incluyen desde la terapia cognitivo-conductual hasta la regulación emocional y la meditación, hay algo que cada vez más psicólogos estamos recomendando: el contacto con la naturaleza a través de caminatas conscientes o “trekking mindful

No es solo una intuición o una moda pasajera. En la práctica clínica, podemos comprobar que los pacientes que integran el contacto con la naturaleza en su rutina muestran mejores resultados en su bienestar emocional que aquellos que no lo hacen. Reducen sus niveles de ansiedad con mayor rapidez, presentan una mejor regulación emocional y experimentan un impacto más positivo en su estado de ánimo.

En un mundo donde el ritmo acelerado, la hiperconectividad y las demandas constantes generan altos niveles de estrés, la necesidad de encontrar espacios de desconexión se ha vuelto crucial. No es casualidad que el turismo de bienestar esté en auge: cada vez más personas buscan experiencias que no solo sean recreativas, sino que también les permitan restaurar su bienestar emocional. Las caminatas en la naturaleza con atención plena, que combinan el ejercicio físico con la conexión con el entorno, son una de las prácticas que más beneficios aportan a la salud mental y emocional.

La naturaleza como regulador emocional

Desde la psicología, sabemos que el entorno en el que nos desenvolvemos influye en nuestra salud mental. La naturaleza tiene un efecto reparador y regulador sobre nuestras emociones, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y la rumiación mental. Un estudio realizado por Bratman et al. (2015) encontró que caminar en entornos naturales reduce del riesgo de ansiedad y depresión.

El contacto con la naturaleza también activa el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación. Un paseo por un bosque, una caminata por la montaña o el simple hecho de estar rodeado de verde reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y favorece un estado de calma mental.

caminata

Desde la consulta, observamos que los pacientes que incorporan esta conexión con la naturaleza en su día a día no solo manejan mejor el estrés, sino que también muestran una mayor capacidad de afrontamiento ante situaciones difíciles. Se sienten más equilibrados, menos reactivos y con una mayor sensación de bienestar general.

Caminar con atención plena: una meditación en movimiento

El mindfulness, o atención plena, es una práctica que ha demostrado ser eficaz para la reducción del estrés y la mejora del bienestar emocional. Aplicado a las caminatas en la naturaleza, se convierte en una herramienta poderosa: cada paso, cada respiración y cada sonido del entorno se transforman en anclas para el presente. En lugar de caminar con la mente en piloto automático, la caminata consciente invita a experimentar cada sensación con plena conciencia.

En términos terapéuticos, esto tiene un impacto significativo. La práctica de mindfulness ha sido ampliamente estudiada en la psicología y la neurociencia. Un estudio de Hölzel et al. (2011) demostró que el mindfulness promueve cambios estructurales en el cerebro, aumentando la densidad de materia gris en áreas relacionadas con la regulación emocional y la memoria.

Grupo de trekking de Adventure Club Uruguay
Grupo de trekking
Foto: gentileza Adventure Club

Cuando en consulta sugerimos esta práctica, los pacientes que la implementan suelen notar mejoras en su regulación emocional, en su capacidad de enfocarse en el presente y en la reducción de la ansiedad.

Neuroplasticidad y bienestar: cómo las caminatas conscientes transforman el cerebro

Caminar con atención plena en la naturaleza es una experiencia que impacta directamente en la neuroplasticidad, es decir, en la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse.

Por un lado, el ejercicio físico en la naturaleza estimula la producción de proteínas que favorecen el crecimiento y fortalecimiento de las conexiones neuronales. Mejoras en la memoria, la concentración y la estabilidad emocional. Por otro lado, la práctica de mindfulness fortalece las redes neuronales relacionadas con la autorregulación y la resiliencia, ayudando a gestionar mejor el estrés y las emociones intensas.

Desde la psicología, sabemos que la combinación de movimiento, atención plena y contacto con la naturaleza tiene un efecto restaurador en el sistema nervioso. Es por eso que cada vez más psicólogos recomendamos esta práctica.

Turismo de bienestar: una tendencia con impacto terapéutico

El turismo de bienestar ha crecido exponencialmente en los últimos años porque responde a una necesidad real: la de encontrar experiencias que no solo sean placenteras, sino que también ayuden a mejorar la calidad de vida.

En Uruguay, donde el senderismo o trekking aún están en crecimiento como actividad turística, los paisajes naturales ofrecen un escenario perfecto para practicarlas. Lugares como la Quebrada de los Cuervos, el Valle del Lunarejo, el Cerro Arequita y los Pozos Azules son espacios ideales para reconectar con el entorno y con uno mismo.

Senderismo, trekking, vacaciones
Familia realizando senderismo.
Foto: Freepik.

Como psicóloga, no sólo veo las caminatas conscientes en la naturaleza como una actividad recreativa, sino como una herramienta terapéutica que permite a las personas reducir la ansiedad, mejorar la regulación emocional y fortalecer su bienestar mental. Quienes lo practican no solo experimentan una desconexión de la rutina, sino que también encuentran en la naturaleza un refugio para el equilibrio interior.

¿Por qué lo recomendamos los psicólogos?

Cuando hablamos de salud mental, muchas veces pensamos en terapia, técnicas de regulación emocional o cambios en los hábitos diarios. Sin embargo, en la psicología contemporánea entendemos que el bienestar no solo se construye en la consulta, sino también en las experiencias que cultivamos en nuestro día a día.

Las caminatas conscientes en la naturaleza combinan tres elementos fundamentales para el equilibrio emocional: el movimiento, la naturaleza y la atención plena. Como psicólogos, lo recomendamos porque sabemos que no solo alivia el estrés y la ansiedad en el momento, sino que también genera cambios duraderos en el cerebro y en la forma en que gestionamos nuestras emociones.

Además, la práctica clínica nos confirma que quienes integran la naturaleza en su rutina terapéutica progresan más rápido y logran un bienestar más estable. Por eso, más allá de las técnicas tradicionales, cada vez más terapeutas alentamos a nuestros pacientes a incorporar el contacto con la naturaleza como un hábito de autocuidado.

El turismo de bienestar no es solo una moda; es una respuesta a una necesidad creciente de desconectar del ruido, alejarse de la ciudad y reconectar con uno mismo. En un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, la naturaleza y la atención plena son herramientas cada vez más valiosas para cuidar nuestra salud mental.

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