Una mente flexible es más saludable: consejos para ejercitarla y tres desafíos para resolver

Compartimos algunos consejos sobre cuidar el cerebro para prevenir el deterioro cognitivo que llega asociado a la edad.

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Jugueterías
Juegos y actividades como los rompecabezas pueden ayudar al entrenamiento cognitivo.
Foto: archivo

Ana Abbona Santín
Seguramente más de una persona te dijo que desea vivir muchos años, pero “¡siempre y cuando mantenga la lucidez! Tal vez ese también es tu deseo.

Para prevenir el deterioro cognitivo asociado a la edad o en enlentecer el declive que producen algunas patologías, hay que fijarse en los factores que protegen el cerebro:

Ejercicio. Ayuda a mejorar la circulación, lo que proporciona oxígeno al cerebro.
Dieta sana. Consumir variedad de frutas y verduras, cereales integrales y proteínas magras.
Estilo de vida saludable. Descansar adecuadamente (esencial para la memoria y el aprendizaje) y la gestión del estrés (por su incidencia en la salud de nuestro cerebro).
Relaciones sociales. En los vínculos positivos nos sentimos seguros, valorados y queridos.
Entrenamiento cognitivo. El desafío cognitivo regular, como aprender cosas nuevas, ayudan a mantener el cerebro activo y saludable.

Entrenamiento cognitivo.

El entrenamiento cognitivo incluye actividades que representan un desafío para nuestro cerebro, como aprender un idioma, los juegos relacionados con el lenguaje, crucigramas y sudokus.

Meditar, leer y las actividades culturales o artísticas contribuyen a la estimulación de las habilidades cognitivas.

Flexibilidad cognitiva.

Las habilidades vinculadas a los procesos mentales que llamamos funciones ejecutivas son: anticipación, planificación, memoria de trabajo, autorregulación, inhibición, control de la conducta y flexibilidad mental.

La flexibilidad cognitiva es una habilidad de la función ejecutiva que utilizamos a diario y ayuda a pasar de una tarea a otra, a utilizar la información de maneras diferentes y a estar abiertos a otros puntos de vista.

Si pensamos en el modo en que interactuamos con diferentes personas en contextos diversos, vemos que todos nos enfrentamos a un sinnúmero de situaciones que requieren nuestra atención y frente a las que tomamos decisiones.

En estos procesos analizamos opciones, evaluamos según la razón y emoción, y tenemos en cuenta las consecuencias. Para ello necesitamos una estructura flexible de pensamiento, que permita adaptar nuestra conducta y pensamiento con facilidad a conceptos y situaciones cambiantes, novedosas e inesperadas.

Flexibilidad vs. rigidez.

La flexibilidad cognitiva es lo opuesto a la rigidez, que a veces se asocia al comportamiento de las personas mayores. Por eso —más allá de la edad— consideramos que nos mantenemos jóvenes cuando somos capaces de superar creencias o antiguos hábitos, o cuando aceptamos nuevas ideas, comportamientos o adelantos tecnológicos. Esta es la importancia de la flexibilidad cognitiva:

• Es relevante en el aprendizaje y la capacidad de resolución de problemas complejos.
• Ayuda a captar información del entorno y responder ajustando nuestra conducta a la situación.
• Brinda mayor capacidad de pensar simultáneamente lo que escuchamos y lo que significa. Esto aumenta nuestra fluidez de pensamiento y nuestra comprensión.

Desafíos

1. ¿Dónde aparece el jueves antes que el miércoles?

2. 100 estudiantes ingresaron a la universidad. 55 se anotaron en música, 44 en deportes y 20 en ambas materias. ¿Cuántos estudiantes no se anotaron ni en música ni en deportes?

3. ¿Qué es lo que no hace preguntas pero debe ser contestado?

Respuestas:

1. En el diccionario.
2. 21
3. El teléfono.

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Ana Abbona Santín

Ana Abbona Santín

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