Una postura sencilla que calma la mente, alivia el estrés y relaja al cuerpo en solo cinco minutos

La postura del niño es reconocida por sus efectos tranquilizantes, además de reducir la tensión muscular y estimular el sistema digestivo.

Compartir esta noticia
Estiramiento, Yoga
Mujer haciendo la Postura del Niño.
Foto: Freepik.

Victoria Vera Ziccardi, La Nación/GDA
“Lo que uno hace en los primeros cinco minutos al despertar juega un papel importante a la hora de decidir si va a tener un día agradable y relajado o uno aburrido y letárgico. Realizar Balasana es la forma más fácil de estirar tobillos, caderas y hombros, relajar el cuerpo y estar listo para la digestión”, revela en una publicación de Instagram la nutricionista Lavleen Kaur, quien mostró a sus miles de seguidores por qué deben comenzar el día con esta postura de yoga.

En el último tiempo, la gran mayoría de las personas se acostumbró a comenzar la mañana con prisa, teniendo como primer contacto con el mundo real al teléfono. No obstante, para los “yoguis” y fanáticos del bienestar, hay alternativas más sanas para empezar el día, y una de ellas es este simple estiramiento cuya realización conlleva varios beneficios.

Balasana —que se traduce como Postura del Niño en yoga— brinda una sensación de calma y comodidad, tal como un niño que descansa en los brazos de su madre.

Esta postura es conocida por sus efectos calmantes y se focaliza principalmente en estirar suavemente la zona lumbar, las caderas y los muslos, mientras calma la mente y alivia el estrés.

Postura del niño: la pócima secreta para reparar el mal descanso.

El yoga es una de las disciplinas y/o estilos de vida que más se están adoptando en la actualidad. Permite dar un respiro de la vorágine diaria y se convierte, de a poco, en un espacio de introspección y disfrute. Según un estudio publicado en el Journal of Physiology and Pharmacology, la práctica en general de esta disciplina puede incidir positivamente en las funciones mentales complejas de la corteza pre frontal, incluso en la ejecución de funciones complejas y en las habilidades de planificación.

Las diversas posturas de yoga y la respiración profunda pueden mejorar la fuerza y la flexibilidad, aumentar la circulación de oxígeno en el cuerpo, promover su captación e incrementar las funciones hormonales según detalla una investigación titulada “Papel del yoga en el manejo del estrés”.

Precisamente por esto, si la postura del niño se convierte en un hábito al comenzar el día, será más fácil controlar el estrés y relajar el cuerpo. “Si bien en yoga se toma a esta postura como una de ‘descanso’, al hacerla indudablemente se trabajan muchos aspectos físicos y emocionales”. explica la instructora de Krama yoga, Patricia Maradona.

Balasana es una de las muchas posturas de yoga científicamente probadas que reduce el dolor de espalda y mejora la calidad de vida de las personas con problemas de columna. Un estudio titulado “Un análisis anatómico ilustrado de posturas de yoga dirigidas a la espalda y la columna vertebral mediante un estudio cadavérico de la musculatura de la espalda” asegura que en la postura del niño la columna se alarga hasta lograr una relajante liberación de la parte inferior de la espalda y un estiramiento profundo de los hombros.

La especialista hace énfasis en que esta asana es ideal cuando uno no descansa bien por la noche o está atravesando momentos vertiginosos que provocan estrés. En cuanto a lo emocional, destaca que es una postura introspectiva que ayuda a conectarse con uno mismo. Añade que puede mantenerse durante unos cinco minutos o cinco respiraciones para relajar cuerpo y mente profundamente.

¿Cómo hacer balasana o postura del niño?

Según explica Maradona, para hacerla se requieren tres simples pasos:

1. Arrodillarse y sentarse sobre los pies con las rodillas hacia adelante. Las rodillas deben estar separadas para que el abdomen se apoye cómodamente sobre ellas.

2. Pasar los brazos hacia adelante por encima de la cabeza y estirarse hacia adelante lo máximo que se pueda. Hay que doblarse en la cintura y estirar los brazos hacia adelante y hacia abajo hasta que los brazos y la frente toquen el piso.

3. Inhalar y exhalar profundamente asegurando que la frente se mantenga situada en el piso y los brazos estén firmemente estirados a los costados del abdomen. Procurar mantenerse siempre sentado sobre los pies.

“Es una postura fácilmente alcanzable para cualquier nivel, pero de ser necesario o sentir incomodidad uno puede optar por abrir las rodillas hacia los lados y dejar que el abdomen caiga entre las piernas”, sugiere. Respecto a las contraindicaciones, la instructora asegura que no hay, pero sugiere que aquellas personas que sufran un dolor muy fuerte de rodillas pueden intentar ayudarse con bloques de yoga colocados en forma de asiento entre las piernas

“Es una postura de relajación, por lo que si uno no se siente así es recomendable cambiar de postura. Por ejemplo, muchos optan por recostarse boca arriba abrazando las rodillas contra el pecho y relajando la cabeza contra el piso”, dice.

Yoga, estiramiento
Postura del niño en clase de yoga.
Foto: Freepik.

El sitio YogaBasics señala que la anatomía de la postura es la siguiente:

Extensores de la columna. Estos se activan y estiran suavemente durante la postura del niño, lo que ayuda a reducir la tensión y la rigidez en la espalda y la columna. También aumenta el rango de movimiento en la columna y la espalda, además de mejorar la postura.

Cuello y hombros. A medida que la cabeza cae al suelo, la base del cuello se estira, alargando la columna y creando más espacio en el área de los hombros. Si los brazos están estirados sobre la cabeza, esto se estira aún más y libera tensión en los hombros.

Cuádriceps. Estos cuatro músculos grandes que se encuentran en la parte frontal de los muslos se estiran suave y pasivamente en la postura del niño. La práctica de esta asana mejora la flexibilidad, reduce la tensión y mejora la movilidad general. Doblar el torso hacia adelante sobre las rodillas dobladas agrega presión adicional en la parte interna de los muslos, las rodillas y los tobillos por lo que ayuda a aflojar y relajar aún más este grupo de músculos.

Espinillas y tobillos. La postura estira las espinillas y los tobillos, lo que ayuda a aliviar la tensión de los músculos de la parte inferior de las piernas. Al practicar el asana es importante mantener los pies apoyados en el suelo, con los dedos bien separados para un estiramiento óptimo de toda la parte inferior de la pierna, desde las pantorrillas hasta el tendón de Aquiles.

Por último, es importante saber cómo deshacer la postura, ya que salir de ella rápidamente podría provocar mareo. Para Maradona, la mejor forma es de a poco ir apoyando las manos sobre el suelo, a la altura de la cara y lentamente ejerciendo presión con las manos sobre el suelo, a la vez que se va separando la frente del piso. Finalmente, recomienda ir tomando conciencia de la columna y articulando la espalda, vértebra por vértebra, en forma pausada.

“Si pasaste una mala noche, unos minutos de balasana indudablemente ayudarán al cuerpo y a la mente a recuperarse”, concluye.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

MenteYoga

Te puede interesar