Luz Domínguez, El Tiempo/GDA
Existe un método de reparación de artesanías japonés que cuando estas se rompen, unos maestros especialistas se encargan de dejarla como si fuera nueva.
Esta técnica se llama Kintsugi y utiliza técnicas que no oculta los daños, sino que los aprovecha para crear una pieza aún más bella.
El psicólogo Mark Travers ha tratado de incorporar esa técnica pero no reparando piezas de artesanías, sino en las relaciones personales, especialmente las relaciones de pareja.
Travers, a través del portal ‘Psychology Today’, asegura que esto se puede aplicar a las parejas, que al igual que sucede con la cerámica, en las relaciones se puede encontrar en lo roto, algo de belleza y sanación.
Con la cerámica se busca que el arreglo quede mejor incluso que la original y es por ello que este psicólogo afirma que las imperfecciones pueden ser la clave para ser feliz y que no se puede esperar que todo será perfecto.
Cuando se le dedica tiempo, paciencia y cariño a una relación esta puede modificarse y evolucionar, lo que también le permitirá a cada miembro de la pareja crecer individualmente, haciendo que se complementen cuando hay una unión.
Traver asegura que hay tres claves para sanar una relación rota y son celebrar la imperfección, desarrollar la resiliencia y transformar el honor.
En lo relacionado con la resiliencia, la filosofía Kintsugi afirma que no significa solo recuperarse de la adversidad, sino que también se permita reparar y renovar.
Aquí no solo van implícitas las ganas de querer arreglar la relación, sino también la comunicación, paciencia, esfuerzo y cuidado para reparar lo que no está funcionando bien.
Con relación a la transformación del honor, es importante que cada miembro de la pareja acepte la evolución del otro de forma independiente para luego juntar estas individualidades en una relación de dos.
Esto le permitirá a la pareja tener un sentimiento de gratitud y al momento de la interacción habrá una mayor conexión entre los dos, al igual que la evolución de cada quien contribuirá a que la relación compartida sea más profunda.