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Como el proceso de respiración dura entre tres y cinco segundos en promedio, había una creencia común de que percibíamos los olores al mismo tiempo que inhalábamos y exhalábamos, lo que hacía pensar que el sentido del olfato era más lento que los otros, especialmente en comparación con la visión.

Sin embargo, un estudio del Instituto de Psicología de la Academia China de Ciencias, publicado este lunes, sugiere que la nariz puede ser mucho más rápida de lo que se pensaba, llegando a distinguir olores en una fracción de segundo, "al mismo nivel" que la percepción de los colores.

Foto: Pexels.

Publicado en Nature Human Behaviour, el estudio muestra que la percepción olfativa humana puede detectar cambios químicos sutiles durante una sola inhalación. En la investigación, el equipo del Laboratorio Estatal de Ciencias Cerebrales y Cognitivas, liderado por el doctor Zhou Wen, concluyó que cuando se presentaban dos compuestos de olor, A y B, en diferentes órdenes (A antes de B y B antes de A), los participantes podían notar la diferencia cuando el intervalo entre los compuestos era de solo 60 milisegundos, aproximadamente un tercio del tiempo que lleva parpadear.

"Nos sorprendió observar que los participantes podían distinguir entre dos olores presentados en un orden y el inverso cuando el retraso entre ellos era tan breve como 60 milisegundos", dijo el Dr. Zhou Wen a la BBC. Y agregó: "Para comparar, la duración de un parpadeo es de alrededor de 180 milisegundos".

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La capacidad de los participantes para distinguir los olores mejoraba con retrasos más largos entre los compuestos y no dependía de conocer el orden correcto. Podían diferenciar "A antes de B" de "B antes de A" solo por el olor, incluso si no lograban identificar la secuencia exacta. Esta habilidad no se vio influenciada por factores como la intensidad del olor, su agradabilidad, pungencia o la cantidad total de moléculas presentes en una inhalación.

Para llevar a cabo el estudio, el equipo desarrolló un dispositivo exclusivo activado por la acción de oler, que controla la entrega de olores con una precisión de 18 milisegundos, aproximadamente la duración de un cuadro en una pantalla LCD común (60 Hz). Usando este dispositivo, el equipo creó mezclas temporales de olores, presentando dos olores uno tras otro con retrasos medidos con precisión. Probaron a 229 participantes en cinco experimentos para ver si podían distinguir esas mezclas.

Estos hallazgos respaldan la existencia de un código temporal para la identidad de los olores. Al proporcionar un control preciso sobre la entrega de los olores alineado con la dinámica natural de inhalación, esta investigación abre nuevos caminos para estudiar los aspectos temporales de la percepción olfativa y desarrollar tecnologías para la exhibición de olores.

"La inhalación de olores no es una exposición prolongada al entorno químico que promedia las variaciones temporales. En cambio, incorpora una sensibilidad temporal similar a la de la percepción de los colores", dijo Zhou Wen en un comunicado.