Redacción El País
Las semillas de lino son famosas por sus múltiples beneficios, entre otros, ayudar a reducir la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre. Pero el aceite de lino no se queda atrás con sus bondades: la principal es que es gran fuente vegetal de omega 3, un ácido graso esencial para la buena salud.
Según informa La Vanguardia, recientemente, el Instituto de la Grasa (centro de investigación que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC) realizó un estudio que propone un nuevo sistema de clasificación que evalúa la calidad nutricional de los aceites aptos para el consumo humano. Los investigadores puntuaron los aceites del 1 al 100. Por supuesto que el de oliva virgen fue el que consiguió el mejor resultado, pero el de lino se ubicó entre los primeros puestos y recibió 86 puntos.
Javier Sánchez Perona, investigador del CSIC y uno de los autores del estudio, dijo que "para determinar qué era un aceite saludable, nos fijamos en los parámetros que tienen en cuenta organismos oficiales como la OMS, la EFSA y la FDA, sobre todo en distintos tipos de ácidos grasos (trans, saturados, oleicos...), que son los componentes mayoritarios de este alimento".
Los investigadores analizaron 32 aceites, de los que solamente cinco obtuvieron una puntuación inferior a 50. "Los productos que superan los 50 puntos están bien, pero las opciones más saludables serían a partir de los 70", dijo Sánchez. El aceite de lino obtuvo una puntuación tan alta por su elevado contenido en omega-3, un ácido graso insaturado al que se le atribuyen múltiples beneficios, como que reduce ligeramente la presión arterial y el riesgo de insuficiencia cardiaca, y que desinflama el organismo.
Las semillas y el aceite.
Según Mayo Clinic los distintos estudios que se realizaron a nivel mundial en los últimos años muestran que el uso de las semillas de lino y del aceite de lino sería beneficioso para algunas afecciones específicas.
Se menciona, por ejemplo, que algunos trabajos sugieren que el ácido alfa linolénico, que está presente tanto en las semillas de lino como en su aceite, podría beneficiar a las personas con enfermedad cardíaca. Las primeras investigaciones también sugieren que las semillas de lino, puntualmente, podrían ayudar a bajar la presión arterial alta, la cual influye en la enfermedad cardíaca.
En cuanto a la diabetes, algunas investigaciones muestran que las semillas de lino podrían reducir el nivel de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2. Sin embargo, no se ha comprobado que el aceite de lino tenga el mismo efecto.
En relación a la seguridad y efectos secundarios de consumir tanto semillas como el aceite de lino, el sitio de información médica sostiene que mientras se consuman en cantidades recomendadas, su uso es por lo general, seguro. Sin embargo, cuando se consumen en grandes cantidades y con muy poca agua, las semillas de lino pueden ocasionar lo siguiente:
- Hinchazón
- Gases
- Diarrea