Aquellos casos en los que no es aconsejable tener mucho ajo en la dieta

Aunque el ajo tiene muchas propiedades benéficas para la salud, su consumo puede implicar un riesgo para algunas personas. Conoce quiénes no deberían comer ajo

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Ajo.
Foto: archivo

El Universal - GDA
El ajo es una hortaliza sumamente apreciada en la gastronomía mundial, pues es el ingrediente y condimento estrella de una gran cantidad de preparaciones como sopas, salsas, vinagretas y más. Por si fuera poco, se le atribuyen una gran cantidad de propiedades curativas y usos alternativos, convirtiéndose en uno de los alimentos más venerados en el mundo.

Pero existen casos particulares en los que el consumo de ajo está contraindicado y puede resultar peligroso para la salud, haciendo que sus propiedades diuréticas, depurativas, antisépticas, antibacterianas y antibióticas, terminen en un mal episodio no tan agradable para quien lo consume.

A continuación te vamos a contar bajo qué circunstancias o casos es mejor reducir o pausar el consumo del ajo.

Personas que esperan una cirugía

Según el sitio web de salud estadounidense Healthline, el ajo consumido en altas cantidades puede ocasionar que exista un mayor riesgo de sangrado debido a sus propiedades antitrombóticas, en casos donde los pacientes se encuentran consumiendo anticoagulantes, o que están por someterse a una cirugía. También está contraindicado en personas con diátesis hemorrágica. Aunque poco comunes, Healthline señala que han existido casos en donde pacientes que consumieron ajo en altas cantidades previo a una cirugía, presentaron aumentos en el sangrado. También ha ocurrido que las personas presentan una decoloración excesiva y presencia de hematomas después de la cirugía. Si estás por someterte a una cirugía, consulta con tu médico antes de consumir ajo, suplementos del mismo, o cualquier otro medicamento.

Padecimientos digestivos

Debido a su alto contenido de fructanos, MDS dice que pueden causar hinchazón, gases y dolor de estómago en algunas personas, el ajo no es recomendado para quienes padecen problemas digestivos como gastritis, colon irritable, o en quienes llevan una dieta baja en FODMAP. El ajo también puede incrementar la acidez, contribuye a la disminución del tono del esfínter esofágico interior (EEI), desencadenando el reflujo ácido. Si tienes alguno de estos padecimientos, te recomendamos consultar con un especialista antes de incrementar o incluir el ajo en tu dieta.

Otros efectos adversos

Por si todo lo anterior fuera poco, el ajo consumido en exceso también puede causarte náuseas, ardor en la boca, estómago y esófago; y olor corporal. Además, si consumes medicamentos indicados para reducir los niveles de azúcar en sangre, ingerir demasiado ajo puede causarte hipoglucemia.

No hay mejor medida que consultar con tu médico de confianza antes de utilizarlo como suplemento o de aumentar su consumo.

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