Marcio Atalla, O Globo - GDA
Arroz con porotos, un dúo que ha caído en la lista de alimentos "prohibidos", y nadie sabe por qué: se han convertido en una pareja temida, que engorda, que pesa, que es difícil de digerir.

Personalmente, me encanta comer un plato de arroz con frijoles. Y nada más. Solo el dúo. Especialmente cuando está recién hecho, saliendo de la olla directamente al plato. Esta combinación es perfecta porque une la lisina, un tipo de proteína presente en los porotos, con la metionina, que encontramos en el arroz. Esta mezcla es una excelente opción para quienes buscan fuentes vegetales de proteína.

El plato también es bajo en calorías. Aproximadamente 300 gramos de arroz con porotos proporcionan alrededor de 350 calorías. ¿Te parece mucho? Un tentempié saludable, como un jugo de naranja y una banana, tiene cerca de 300 calorías. Ya no parece tanto, ¿verdad?

Pero es importante recordar: estoy hablando de porotos preparados sin carnes, sin excesos de grasa en su preparación, y del típico arroz suelto casero. Me refiero a la combinación que proporciona una buena fuente de carboidratos, con alrededor de 12 gramos de fibra, es fuente de proteína vegetal y de minerales como hierro, calcio y magnesio.

Los porotos son ricos en hierro, magnesio, potasio y vitaminas del complejo B, como el ácido fólico. El arroz también contiene vitaminas del complejo B y minerales como selenio y manganeso. Esta combinación ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Parece mentira, tantos beneficios, pero este tipo de alimentación también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad, gracias a su perfil nutricional y a la presencia de antioxidantes en los frijoles.

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Y la cereza del pastel es que esta combinación de carbohidratos complejos, fibra y proteínas promueve una sensación de saciedad por más tiempo, lo que es ideal para quienes desean perder o controlar su peso corporal.

Para quienes desean un plato completo y equilibrado, el consejo es dividir el plato en 4 partes. En una de las partes, colocar arroz con frijoles; en otra, una buena ensalada de hortalizas; en la tercera, verduras, frutas o frutos; y en la cuarta parte, agregar proteínas, que pueden ser de origen animal o no. No parece tan difícil comer con equilibrio e inteligencia.