Arte, café y cerveza: unieron sus pasiones tras una estadía en Nueva Zelanda que les cambió los planes

Jorgelina ganó el campeonato de Latte Art en Montevideo y contó cómo nació su amor por el café, entrelazado por el diseño y la pasión de su pareja, Pablo, por el mundo de la cerveza.

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Jorgelina y Pablo, de La luna bajo agua.
Foto: Juan Manuel Ramos

Jorgelina Moizo (34) se consagró con el primer puesto en concurso Latte Art. La competencia se realizó durante la segunda edición de la Expo Café Uruguay, evento que reunió en Montevideo a amantes de esta bebida, baristas, cafeterías y marcas.

Junto a Pablo Abelenda (35), su pareja, hace tres meses abrió La luna bajo agua, una cafetería-bar ubicada en la esquina de Carlos Quijano y Canelones. Sin embargo, su historia y vínculo con el café se inició hace varios años, cuando viajaron a Nueva Zelanda con el objetivo de trabajar, ahorrar, y volver a Uruguay para comprar un terreno en el campo.

En Nueva Zelanda consiguieron distintos trabajos, pero las cafeterías abundaban, por lo que de a poquito se fueron metiendo en el mundo del café y aprovecharon para aprender.

Jorgelina, barista de La luna bajo agua.
Foto: Juan Manuel Ramos

Se mudaron a un pequeño pueblo de Canterbury: “Era tranquilo, pero muy turístico, entonces había muchas cafeterías, casi una al lado de la otra. No podías no aprender sobre café, ellos son muy estrictos y lo consumen mucho”, contó la barista, a quien casi nadie conoce como Jorgelina, sino por Koki, su apodo.

Tras seis años en Nueva Zelanda, llegó la pandemia y la situación se complicó, como pasó en todo el mundo. Jorgelina y Pablo, que llevan 18 años juntos y tienen una bebé de casi un año, decidieron en aquel momento volver a Uruguay.

Una vez en Montevideo él consiguió trabajo como barista en una cafetería y ella continuó trabajando freelance para la cafetería de Nueva Zelanda, ya que al tener formación y experiencia en diseño los ayudaba desde antes con sus redes sociales. Pablo, que además de amante del café siempre lo fue de la cerveza, se especializó en la Facultad de Química en el tema.

Latte art, diseño más café.

“Me fascina todo lo que sea diseño, dibujos y cuando descubrí ese mundo que mezcla el alimento con el dibujo me encantó”, contó Jorgelina acerca de su experiencia con el Latte Art, técnica que permite hacer diseños de figuras en la espuma de la leche del café.

Al poco tiempo de volver de Nueva Zelanda, se presentó a una competencia que se realizó en Cardenal Café. “No me fue bien, había tenido problemas en el túnel carpiano y hacía meses no practicaba. Igual fui, pero quedé eliminada en la primera ronda”, recordó.

Para la competencia de Expo Café Uruguay de este año, se sentía más confiada. Debió hacer cuatro figuras básicas, famosas en el mundo del café: corazón, roseta, cisne y tulipán. Con cada una compitió con otros participantes y así llegó a la final.

Jorgerlina fue la ganadora de la competencia de Latte Art que se realizó en el marco de la Expo Café.
Foto: Juan Manuel Ramos

“Estaba tranquila. En ese momento estaba solo enfocada en la taza y la leche, ese era mi mundo, alrededor había cámaras, gente mirando, pero yo tenía el foco ahí”, detalló. Jorgelina se llevó como parte del premio un trofeo, una cafetera y distintos cafés de especialidad.

La luna bajo agua.

La idea de ahorrar para volver e irse a vivir al campo mutó. Había algo que dos por tres salía en las conversaciones de la pareja, y era la posibilidad de tener una cafetería o un bar: “Como nos volvimos antes de lo que pensábamos, el proyecto se transformó en algo que nos permitiera poner nuestras experiencias y lo que sabíamos sobre el café y la cerveza, para mezclar nuestras dos pasiones”, el café y la cerveza”, señaló.

Así nació La luna bajo agua, que por las tardes funciona como cafetería y al caer el sol como bar. Usan café Do Mercado, las preparaciones dulces las hace Jorgelina, tienen variedad de cervezas artesanales y la carta se caracteriza por tener propuestas frescas, de estación y caseras. Atesoró a su hermana, que es cocinera, desde el comienzo. “Es todo casero, las salsas o las conservas también, lo hacemos nosotros. Hay nachos, tacos, opciones sin gluten, veganas. La idea es jugar con los productos de estación, ir variando, salir de lo común que son las hamburguesas, la pizza y las papas fritas”, explicó.

En una de las paredes del local tiene sitio para que distintos artistas locales expongan sus obras: “Gran parte del lugar es el arte en todas sus representaciones y nos gusta la idea de tener un espacio para exhibir talentos uruguayos”, sostuvo la emprendedora.

La luna bajo agua abre de martes s sábado de 15 a 00 horas. Está en Canelones 1250, esquina Carlos Quijano.

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