Un lugar para conocer, cosechar y comer: en Bio Chácara Ecológica reina la interacción entre la tierra, sus productosy las personas que los consumen.

Ese intercambio es la base del proyecto ubicado en Manantiales (Maldonado) que abrió sus puertas en diciembre, pero se preparaba y esperaba pacientemente el actuar de la naturaleza desde hace varios meses.

La propuesta que busca acercar productos locales y orgánicos a la gente, está liderada por los productores Andrés Gutiérrez y Paul Bennett, junto a un equipo que recibe a los visitantes con los brazos abiertos, dispuestos a compartir saberes y sabores.

Chácara, dice su nombre, y uno podría pensar que le sobra una letra, pero no. La palabra “chacra” viene del quechua “chakra”, que hace referencia a un establecimiento rural dedicado a la agricultura.

“El europeo cuando llegó a América se enfrentó con la palabra chakra y no encontraba manera fonética de decirla, por lo que optó por sumarle una vocal para hacerla pronunciable: ahí decían chácara”, explicó Bennett. Un poco por esa idea, justamente, de recuperar lo original y natural de nuestra tierra, es que los emprendedores bautizaron al flamante espacio con la palabra “chácara”.

“Es una forma de rescatar el conocimiento vivo y de asumirnos a nosotros mismos como recién llegados, como personas que estamos abiertas al aprendizaje”, agregó el productor.

Bio Chácara Ecológica busca la interacción y el intercambio. Los visitantes pueden ir y hacer mucho más que simplemente comprar los productos: tienen la posibilidad de ver de primera mano cómo se cultivan, pueden elegirlos y hasta cosecharlos.

De dónde vienen los alimentos, quiénes los producen, de qué manera: una vez en chácara, la invitación es a sumergirse en este mundo con el que tenemos relación diaria a través de la comida y, sin embargo en la mayoría de los casos, se siente como algo muy lejano, del campo o del productor que sentimos lejos.

Al predio llegan cocineros de famosos restaurantes esteños, familias, vecinos y turistas. El boca a boca es su mejor propaganda, reconoció Bennett, y a juzgar por estas primeras semanas de vida de la chácara esto ha funcionado muy bien.

Las visitas pueden hacerse de lunes a sábado de 8.00 a 12.00 y de 14:30 a 19.00 horas y el lugar es un paseo en sí mismo, ideal para recorrer y aprender sobre los alimentos.

Los productores de esta chácara organizan ferias que durante el verano están presentes en varios puntos de Maldonado: los lunes y miércoles están en La Proveduría (Manantiales) de 10.00 a 15.00 horas, los martes en Mercado Verde (José Ignacio) de 10.00 a 15.00 horas, los jueves en La Linda Bakery (Manantiales) de 16.00 a 20.00 horas, los viernes en Picniquería (Punta del Este) de 14.00 a 19.00 horas, y cada sábado en Mercado Verde (José Ignacio) de 10.00 a 15.00 horas y en El Popu (La Barra) de 16.00 a 20.00 horas.

El resto del año seguirán, pero se recomienda seguirlos en redes sociales para estar atentos ante eventuales cambios de horario o locación.

En diciembre abrieron la portera y durante las próximas estaciones continuarán con variadas propuestas para todas las edades.

Actualmente, y todos los viernes, hay talleres para niños. Los pequeños visitantes pueden recorrer el predio, aprender sobre los cultivos, cosechar y cocinar, y terminar la visita con un almuerzo compartido. En el camino, se divierten y aprenden.

“Una de las mayores atracciones, es el sector de los zapallos. Allí descubren desde el más chico del mundo hasta el más grande”, contó Bennett, y calcula que el más pesado que tienen ronda hoy los 35 kilos.

Para febrero, el productor, adelantó tienen planificados varios encuentros especiales.

Uno de ellos será el sábado 10, tardecita en la que la invitada de honor será la cocinera y parrillera Mariana Tucuna.

“Con esta cena iremos al rescate de una técnica de cocción muy antigua a la que se conoce como ´huevos de dragón´. Es maravilloso, se arman unos huevos gigantes con una estructura metálica y después se forran con barro, se cuecen y luego eso se cuelga en un trípode, con los alimentos adentro, que se cocinan sobre el fuego”, detalló.

En la agenda de las próximas semanas también habrá otras actividades y cenas que contarán con la participación de reconocidos cocineros locales como, por ejemplo, María Elena Marfetán (de Lo de Tere, Punta del Este).

Durante estos días de verano, la chácara está repleta de colores. Los tomates antiguos, los zapallos y los melones asumen el rol de protagonistas.

Bennet destacó la diversidad con la que trabajan: “Tenemos 36 variedades de zapallos y calabazas, 94 de tomates, cinco de sandías, cinco de melones”, ejemplificó. Queda claro por qué una visita al lugar es un espectáculo para los sentidos.

El espacio está abierto a todo aquel que quiera acercarse a conocerlo: no es necesario ir a comprar. “Con la visita de la gente aprendemos todos, ellos y nosotros”, concluyó Bennett.

Si bien el horario es bastante extenso, la recomendación del locatario es hacer las visitas al atardecer: de yapa quedará un paisaje inolvidable grabado en la memoria.

Bio Chácara Ecológica está en el kilómetro 6 de la Ruta 104, Manantiales, Maldonado. En Instagram @bio_chacara_ecologica.