El Universal/GDA
Su aporte de proteínas es una de sus propiedadesmás apreciadas. En una porción de 100 gramos de chía, pueden encontrarse alrededor de 21 gramos de proteína, la cual es de rápida digestión. También proporciona los 9 aminoácidos esenciales para el organismo.
Su alta cantidad de fibra (41.2 gramos en una porción de 100 gramos), la hace ideal como alimento durante algún régimen alimenticio que busque la pérdida de grasa, ya que mantiene la sensación de saciedad en el estómago por más tiempo.
La chía tiene propiedades antioxidantes que, junto a su importante contenido de ácidos grasos Omega 3, conocida como una grasa buena, mantienen al sistema cardiovascular y circulatorio en buen estado, ya que regulan los niveles de colesterol en sangre.
¿Cómo aprovechar sus bondades?
Para obtener todos los beneficios que ofrecen las semillas de chía, es necesario añadirla a la dieta tomando en cuenta las siguientes recomendaciones:
Hidratar las semillas
La chía libera una especie de gel cuando entra en contacto con algún líquido. Puede absorber hasta 15 veces su peso en agua. Para aprovechar su cualidad saciante, es necesario hidratarla antes de añadirla a los alimentos, para asegurar que no deshidrate tus platos.
Ni mucho ni poco
La recomendación de consumo de chía es de un máximo de 25 gramos de semillas sin hidratar. Podés añadirla a tus comidas, en preparaciones como los famosos pudines de chía, en agua con o sin sabor, en licuados o hasta postres. Si buscás perder peso, regular tus niveles de glucosa o colesterol, una cucharada hidratada antes de cada comida puede ayudarte a sentir saciedad por más tiempo, mientras aprovechás sus nutrientes.
Para máxima absorción
Se cree que cuando la semilla de chía se come entera, hay posibilidades de que sus propiedades no se absorban durante su paso por el tracto digestivo. Por eso, se sugiere utilizarla molida, como harina, dentro de la preparación de recetas
Para esto, se puede encontrar en presentación en polvo o molerla en casa con un mortero o procesador de alimentos, y sustituir una parte correspondiente a la harina común con harina de chía. Es importante ajustar las cantidades de líquido de la receta, pues conserva su característica de absorber más líquido que la harina de trigo