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La creación de la heladera revolucionó la seguridad alimentaria. El electrodoméstico ayuda a conservar por mucho más tiempo alimentos que se estropearían rápidamente a temperatura ambiente, especialmente en lugares donde las temperaturas suelen ser altas. Sin embargo, los alimentos deben permanecer un tiempo determinado en ella. Después de este período, la comida se vuelve inapropiada para el consumo.

Conocer el tiempo máximo que un alimento ya cocido puede permanecer en la heladera es ideal para evitar el desperdicio de comida. A continuación, veamos cuánto tiempo duran en la nevera las carnes, pescados y mariscos:

Carnes

Generalmente necesitan temperaturas de refrigeración entre 1 a 4 °C y pueden mantenerse en la heladera por un período de uno a cuatro días, dependiendo del tipo de carne, del contenido de grasa y de cómo se prepare la carne. Específicamente para los caldos de carne, se recomienda refrigerarlos durante un máximo de 2 días.

Frutos del mar y pescados

Pueden mantenerse refrigerados durante tres a cuatro días, siendo los más perecederos aquellos con mayor contenido de grasa.

Los alimentos frescos se deterioran con el tiempo debido a la acción de organismos vivos, a la acción físico-química del entorno y a la actividad biológica de los propios alimentos. Esta deterioración implica la reducción de las características organolépticas (sabor, olor, etc.) y del valor nutricional, además de comprometer la seguridad microbiológica de los alimentos.

Para la correcta preservación de muchos alimentos, el frío es la mejor opción, ya que retarda los procesos biológicos que permiten la proliferación de bacterias y otros microorganismos responsables de su degradación. Por eso, en muchos casos, se recomienda mantener estos productos en la nevera o incluso congelarlos cuando su consumo no es inmediato. En otros casos, el almacenamiento refrigerado está totalmente contraindicado, como en el caso de los plátanos, cuyo óptimo maduramiento ocurre a temperatura ambiente (15-20°C), mientras que el almacenamiento refrigerado lleva a la pérdida de sabor y acelera su degradación.

El principal objetivo de cocinar alimentos es modificar sus propiedades físico-químicas y sus características organolépticas para hacerlos digestibles y eliminar posibles microorganismos presentes en los alimentos crudos. Al cocinar, recuerda que cada técnica los afecta de manera diferente desde el punto de vista nutricional. Después de la preparación, una vez que el vapor de los alimentos se ha evaporado, cúbrelos y guárdalos en la heladera. No deben dejarse fuera de la heladera para enfriarse por completo, ya que el aumento de la temperatura puede favorecer el crecimiento de microorganismos.

Cuando tenemos grandes cantidades de preparaciones, como guisos y asados de carne, para acelerar su enfriamiento deben dividirse en porciones más pequeñas. No es recomendable sobrecargar la heladera con alimentos calientes, ya que esto aumentará la temperatura general del aparato y la posibilidad de crecimiento de bacterias en los platos.

Los alimentos cocidos no deben almacenarse en la heladera junto con alimentos crudos para evitar la contaminación cruzada directa. Los alimentos cocidos pueden ser recontaminados por medio de vegetales o carnes crudas, como el pollo. Calentarlos en el momento del consumo o ponerlos en el microondas no es suficiente para eliminar la posible carga contaminante. Por este motivo, se recomienda colocar los alimentos cocidos en las bandejas superiores de la heladera para evitar goteos de los alimentos crudos, que se almacenan mejor en recipientes cerrados y ubicados en las bandejas inferiores para evitar por completo el contacto entre ellos.

Dado que, al cocinar los alimentos, estamos eliminando posibles microorganismos presentes en ellos, los alimentos cocidos tienden a durar más tiempo en condiciones de refrigeración adecuadas que los alimentos crudos.