Cebollas: por qué nos hacen llorar al cortarlas y cómo podemos evitarlo

Según expertos, las cebollas blancas, dulces y moradas generan menos lágrimas que las amarillas.

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Cebollas cortadas.
Cebollas cortadas.

El Universal/GDA
Lo primero que hay que decir es que la cebolla es un alimento muy bajo en calorías y rico en agua. Según señala el portal tuberculos.org. posee un excelente contenido de compuestos saludables como flavonoides, ácidos orgánicos y azufre. Estos son los nutrientes responsables de la mayoría de sus beneficios, como sus efectos anticancerígenos, antiinflamatorios y antibacterianos.

Ya sea cruda o cocida, en julianas o en cubos, la cebolla es un ingrediente que no puede faltar en tu cocina. Si bien se recomienda comerla cruda para aprovechar todos sus nutrientes (durante la cocción puede perder una parte de sus vitaminas y minerales), lo importante es consumirla.

Sin embargo, muchos temen usarla en sus preparaciones debido a su fuerte olor y acidez que "hace llorar". Si ese es tu caso, van algunos trucos, desde cómo cortarla, hasta elegir qué variedad se ajusta a lo que cocinarás.

¿Qué hacer para que su acidez no te haga llorar?

Como explica Larousse Cocina, la cebolla es un bulbo originario de Asia Central cuyo cultivo se remonta a hace más de 5 mil años. Pero, a pesar de ser muy apreciada por su sabor fuerte y picante, puede hacernos llorar al cortarla.

La razón por la que la cebolla nos hace llorar es que posee un método de defensa para evitar ser consumida. Así, cada vez que le hacemos un corte, las vacuolas de las células son dañadas y, como resultado, liberan un gas a base de sulfuro que causa irritación y se adhiere a las terminaciones nerviosas de nariz y ojos. Nuestro cuerpo, en respuesta, provoca lagrimeo para eliminarlo.

Para evitar dicho efecto el consejo más práctico que ofrece Larousse Cocina es enfriar la cebolla antes de cortarla durante al menos 1 hora. Esto además facilitará pelarla y cortarla. También ayuda utilizar un cuchillo bien afilado para hacer la menor cantidad de cortes posibles y, por ende, que el ácido no se esparza.

Otra opción es cortar la cebolla debajo de un chorro de agua para bloquear el contacto del gas con nuestra nariz y ojos. En esta técnica vale la pena agregar lentes y cubrebocas. Finalmente podrías cortarla en trozos grandes que te permitan cocinarla por un minuto pues la cocción inactiva la sustancia irritante de la cebolla.

Truco para cortarla más fácilmente

Lo primero que hay que hacer es quitarle el cabo. Después debés cortarla desde la otra punta hacia abajo y así hasta dar la vuelta por completo. El último paso es acostarla y comenzar a cortar como tradicionalmente lo harías en julianas o rodajas.

Cuando la cortes recordá que las capas externas de la cebolla tienen las concentraciones más altas de flavonoides, por lo tanto se recomienda eliminar las menos posibles.

Una vez que ya tengas la cebolla cortada, se recomienda dejarla expuesta al aire durante aproximadamente 10 minutos: algunos estudios afirman que así aumenta su contenido de fitonutrientes.

Por otra parte, considerá que cocinar las cebollas brevemente ayuda a resaltar su sabor dulce y que entre más delgados sean los cortes, más rápido se cocinarán.

¿Qué cebolla es mejor para cocinar?

Cebolla morada: Esta tiene su origen en Italia y por su sabor menos fuerte que el de la cebolla blanca, se utiliza más para ensaladas crudas y sándwiches.

Chalota: Se utiliza más en recetas Gourmet pues su sabor es sutil y un poco dulce.

Cebolla blanca: Es la más popular en la cocina del mundo. Tiene un sabor intenso y picante y se usa tanto cruda, cocida o frita.

Cebollín: Tiene un sabor más suave y en muchas partes del mundo se prefiere asada o sofrita por su consistencia jugosa.

Cebolla dorada: Esta es la mejor especie para una sopa y para los aros de cebolla. También se utiliza en ensaladas y guisos caramelizados.

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