Comer ajo crudo, ¿es bueno o malo? Expertos hablan de la mejor forma de hacerlo para obtener su máximo poder saludable

Se trata de un ingrediente que puede actuar como un antifúngico natural debido a las propiedades que posee.

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Ajo
Cabezas de ajo.
Foto: Freepik.

Leidy Rico/El Tiempo GDA
El ajo es uno de los ingredientesinfaltables en la cocina, puesto que este se encarga de aportarle sazón a las carnes, arroces y diferentes preparaciones, pero algunos prefieren no consumirlo debido a que suele causar un mal aliento al comer un plato en el que predomine su sabor.

Aunque el vegetal no sea el favorito de muchas personas, su consumo puede ser favorecedor para su salud, ya que contiene calorías, proteínas, grasas, hidratos de carbono y fibra, de acuerdo con ‘Cuerpo Mente’.

El nutricionista Miguel Ángel Martínez Olmos y el vocal de Plantas Medicinales y Homeopatía Josep Allué explican que en el ajo se puede encontrar manganeso, vitaminas del complejo B y C, selenio, aminoácidos proteinógenos, compuestos sulfurados, potasio, calcio, quercetina e inulina, según ‘CuídatePlus’.

¿Es bueno o malo consumir ajo crudo?

De acuerdo con el texto médico sobre enfermedades y tratamientos, el Manual MSD, el ajo impide que los microorganismos se reproduzcan, reduce los niveles del colesterol malo, la presión arterial, los problemas cardiacos y las concentraciones de azúcar en la sangre en ayunas.

Además, los ingredientes activos del ingrediente se destruyen cuando este se tritura, por lo que la cantidad de estos ingredientes puede ser muy variado. Su consumo crudo puede potenciar sus efectos y conserva el 90 % de sus efectos.

Aunque se ha demostrado que ingerir ajo crudo no representa un riesgo, los científicos no están seguros de si comer este vegetal sin cocinar sea bueno para el cuerpo. Tampoco se han determinado las dosis y frecuencia con la que puede utilizarse.

Lo que sí se conoce sobre su consumo crudo es que puede funcionar como un antifúngico natural, ya que sus extractos provocan una reducción de la necesidad oxígeno en los hongos, lo que impide su crecimiento la síntesis de ácidos nucleicos, proteínas y lípidos.

Recomendaciones para el consumo del ajo

Es poco probable que las pequeñas cantidades de ajo que se pueden ingerir como parte de la alimentación causen alteraciones en los efectos de un fármaco, pero consumirlo en grandes cantidades puede evitar la formación de coágulos de sangre, aumentando el riesgo de hemorragias, por lo que si tiene una intervención quirúrgica evite su consumo.

Comer el ingrediente crudo puede provocar irritación, ardor intestinal, acidez, síntomas alérgicos, náuseas, vómitos, diarrea, flatulencias, sangrado nasal o en las encías y sudoración excesiva.

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