El Tiempo / GDA
La flora intestinal (el nombre que se le da a las bacterias presentes en el intestino) capta cada vez más atención de las personas y también de la ciencia, dada su conexión con la salud y el bienestar general. En realidad, para hablar de ella, el término más acertado es el de microbiota intestinal, y todo aquel que persigue una alimentación consciente y saludable la tiene en cuenta como condición indispensable para el buen funcionamiento del organismo.
La salud intestinal es esencial para el bienestar general y se puede mantener siguiendo cuatro pilares claves. Según expertos de la Clínica Mayo, estos pilares son fundamentales para asegurar un equilibrio en la microbiota intestinal y una función digestiva óptima.
Los cuatro pilares de la salud intestinal
Victor Chedid, gastroenterólogo y experto en intestino irritable de la Clínica Mayo en Rochester, asegura que existen cuatro pilares de la salud intestinal que las personas pueden seguir para ayudar a mantener el intestino sano y las enfermedades inflamatorias alejadas: nutrición, ejercicio, salud mental e hidratación.
Nutrición
El primer pilar es una dieta equilibrada. Consumir una variedad de alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, granos enteros y legumbres, ayuda a mantener una microbiota intestinal saludable.
Incluir alimentos fermentados, como yogur, kéfir, chucrut y kimchi, puede proporcionar probióticos beneficiosos. Es importante evitar el consumo excesivo de alimentos procesados, azúcares refinados y grasas saturadas, ya que pueden alterar el equilibrio de las bacterias intestinales.
Hidratación
El segundo pilar es la hidratación adecuada. Tomar suficiente agua es crucial para la digestión y la eliminación de desechos.
La fibra necesita agua para formar una masa que facilite el tránsito intestinal. Se recomienda beber al menos ocho vasos de agua al día, aunque las necesidades pueden variar según la actividad física y el clima.
Hacer ejercicio físico
El tercer pilar es el ejercicio regular. La actividad física regular promueve el movimiento intestinal y puede ayudar a prevenir el estreñimiento.
Además, el ejercicio puede reducir la inflamación y el estrés, lo que beneficia indirectamente la salud intestinal.
Gestión del estrés
El cuarto pilar es la gestión del estrés. El estrés crónico puede afectar negativamente la microbiota intestinal y la función digestiva. Técnicas de relajación, como la meditación, el yoga, la respiración profunda y el mindfulness, pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud intestinal.
De acuerdo con Chedid, estos pilares trabajan juntos para mantener un equilibrio en la microbiota intestinal y asegurar así una función digestiva óptima, contribuyendo a la salud general del cuerpo.
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