En base a La Nación / GDA
La gelatina y su aporte de colágeno se han vuelto un clásico ya en la dieta de quienes desean envejecer con mejor salud articular y cuidando el estado y la elasticidad de su piel. Pero además, es un alimento que tiene un valor energético importante para la estabilidad estructural del cuerpo humano.

La gelatina es una preparación derivada del colágeno, que está presente en los cartílagos de animales. Los médicos suelen recomendarla a personas mayores por sus propiedades benéficas, en particular para fortalecer las articulaciones. Y además de sus beneficios, hay formas de potenciarla para multiplicar su aporte.

Según el sitio de medicina oficial de los Estados Unidos, MedLine Plus, el colágeno es una proteína capaz de recomponer y formar los tejidos, ligamentos, huesos, tendones y articulaciones. También fortalece las uñas, el pelo y mejora el estado de la piel, entre otros beneficios. Incluso, ayuda a aliviar el dolor de estas partes del cuerpo, por lo que es demandado. Para formarse, requiere de prolina, lisina y glicina.

En tanto, la gelatina surgió en el siglo XVI de la mano del matemático Denis Papin, que creó una olla a presión en la que, tras hervir los huesos de los animales, surgían láminas de gelatina que podían servir de alimento para el pueblo. Con el paso de los siglos, esta técnica evolucionó y se logró deshidratar, para así transformarla en polvo y facilitar que la digestión y absorción de los nutrientes en el cuerpo.

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Un artículo publicado en la revista científica Harvard Health Publishing señala que el envejecimiento afecta la capacidad del cuerpo para reparar y regenerar el tejido conectivo. Y es en ese punto en que la gelatina puede aportar su ayuda, ya que por medio de la grenetina, uno de sus compuestos, que es derivado de los huesos y cartílagos de animales, proporciona una importante cantidad de colágeno.

También tiene efectos beneficiosos en la digestión de alimentos pesados y favorece la disminución de la inflamación abdominal.

Y en caso de que sea potenciada con cítricos, como veremos a continuación, la gelatina puede sumar propiedades antioxidantes. Ya que la vitamina C ayuda a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres.

Para multiplicar la cantidad de colágeno en la gelatina existen diferentes métodos saludables y sin nocividad. Sin embargo, se aconseja consultar con un médico cercano ante cualquier duda, en particular si se padece algún tipo de enfermedad crónica que pueda interferir en el proceso de medicación.

En diálogo con el medio especialista Healthline, la dietista Katey Davidson enumeró una serie de frutas que podrían incluirse en el preparado de la gelatina con la intención de aumentar el nivel de colágeno en ella.

La vitamina C juega un papel importante en la fuente confiable en la producción de procolágeno. Algunas de las que pueden contribuir en esta función son las naranjas, los limones, los pomelos y las limas.

Además de estas protagonistas en el aporte a la estimulación celular para generar colágeno, se suman los arándanos, las moras, las frutillas y las frambuesas. Por último, la experta destacó algunas de carácter tropical, como el kiwi, el ananá y la guayaba.

Otra sugerencia para multiplicar el colágeno es mezclar una cucharada de gelatina sin sabor en un vaso con agua fría. Luego dejar reposar toda la noche y a la mañana siguiente, en un recipiente, agregarle un vaso de agua tibia.

Por último, llevar la preparación a baño María y cuando esté completamente disuelto el polvo, dejá que se enfríe y tomalo. De esta forma consumirás la mayor cantidad de colágeno concentrado. Para que no resulte tan reacia, agregale jugo de alguna fruta, con el fin de que resulte atractiva.