Luz Ángela Domínguez Coral, El Tiempo/GDA
Según la Clínica Universidad de Navarra, la bulimia nerviosa es un trastorno de la alimentación que involucra la ingesta excesiva de alimentos en un periodo corto de tiempo y una preocupación excesiva por el control del peso corporal. Esta condición puede darse de formas distintas en cada persona.
Es importante resaltar que no siempre la persona que tiene este trastorno se autoprovoca el vómito, algunos pacientes con esta condición tiene el peso saludable y no usan laxantes ni se recurren a esa práctica.
El trastorno es más común en mujeres y se presenta especialmente en la etapa de la adolescencia, extendiéndose hasta la adultez, de acuerdo con la revista 'Current Problems in Pediatric and Adolescent Health Care'.
La condición no solo está relacionada con el problema de la alimentación, sino también con la salud mental y emocional, por lo que siempre debe considerarse un tratamiento integral.
Los síntomas de la bulimia nerviosa incluyen:
- Rasgos muy perfeccionistas y autoexigentes en cuanto a su apariencia.
- La persona cambia sus hábitos alimenticios de manera drástica, yendo de un extremo al otro.
- Se aísla de grupos sociales y evita comer con otras personas.
- Se obsesiona con el peso corporal, tiene baja autoestima y una imagen corporal distorsionada.
- Experimenta cambios bruscos en el estado de ánimo que pueden incluir irritabilidad, ansiedad y/o síntomas depresivos.
- Evidencia problemas dentales debido al vómito frecuente, como caries o deterioro del esmalte de piezas dentales.
Existen varios tipos de bulimia, que pueden describirse según cómo son las conductas compensatorias o el peso corporal, cómo lidia con los sentimientos de culpa, entre otros.
- Bulimia nerviosa purgativa: se recurre a métodos para deshacerse del exceso de calorías consumidas, como el vómito o laxantes.
- Bulimia nerviosa no purgativa: la persona se esfuerza por no aumentar de peso y recurre al ejercicio excesivo, tiempos de ayuno o restricción de comidas.
- Bulimia nerviosa con sobrepeso u obesidad: en este se incluyen personas con los tipos de bulimia anteriormente mencionados y que prevengan algún tipo de sobrepeso.
- Bulimia nerviosa con peso variable: en estos casos la persona presenta constantes cambios en su peso, atravesando periodos de peso saludable o de bajo peso.
En cuanto al tratamiento contra la bulimia nerviosa, es importante acudir al médico para determinar qué deficiencias nutricionales pueden existir, los desequilibrios en el organismo y posibles riesgos en los que se encuentre el paciente.
Asimismo, es necesario recurrir a un profesional de la salud mental, para aprender a regular las emociones, inseguridades y mejorar la autoestima.