Con información de El Universal/GDA
Para gozar de una buena salud, la principal recomendación es realizar ejercicio y mantener una alimentación balanceada. El queso es uno de los alimentos más antiguos, con una versatilidad que permite incluirlo en una gran variedad de platos, a pesar de que hay de distintos tipos y existen muchas diferencias nutrimentales entre los mismos, en su mayoría son un alimento nutritivo y saludable.

Existe un sinfín de variedades y de consistencias de quesos, que son elegidos a la hora de preparar una diversa gama de preparaciones gastronómicas. También se lo puede consumir solo o acompañado con pan, simplemente cortándolo en trozos o rodajas.

Se puede llegar a pensar que el consumo diario de queso puede perjudicar nuestra salud. Sin embargo, el queso cuenta con varios beneficios para el organismo, como el aporte a la salud ósea, la generación de masa muscular, la prevención de caries y la calidad del sueño. Además, tiene propiedades que favorecen a la salud cardiovascular.

Diferentes estudios científicos han determinado que consumirlo a diario disminuye el riesgo de sufrir enfermedades coronarias y también las probabilidades de padecer algún accidente cerebrovascular (ACV).

El queso contiene ácidos grasos saturados que, al combinarse con el calcio y el ácido linoleico, protege al corazón. Asimismo, su aporte de calcio ayuda a mejorar la circulación de la sangre en nuestro cuerpo, por lo que el corazón no se exigirá de más.

Por esto, incluir al queso en la alimentación es una buena opción para la salud del corazón, pero antes de realizar cualquier cambio importante en la dieta, se debe consultar con un profesional de la salud.

Aunque el consumo todos los días no es perjudicial, se debe cuidar las cantidades. Es recomendable de dos a tres porciones de lácteos al día.

No se debe sobrepasar la cantidad de 30 a 40 gramos y más cuando se trata de un queso maduro como el Gouda, Mancheo o Parmigiano Reggiano. En el caso de los quesos frescos, pueden ser hasta los 80 gramos, de acuerdo al portal Cuidateplus.

Si se abusa de su consumo, se perderá el apetito rápidamente, debido a que son ricos en grasa. Sin embargo, también puede ocasionar sobrepeso, la disminución de anticuerpos y las posibilidades de una diabetes, la hipertensión —por el alto contenido de sal—, así como migrañas o artritis por la caseína que contienen (una proteína de absorción lenta que ayuda a formar musculatura y un sistema inmune fuerte).