Redacción El País
Las hierbas medicinales y los suplementos nutricionales a menudo se utilizan como una alternativa para mejorar nuestra salud por encima de otros medicamentos convencionales. Desde tiempos antiguos, nuestros antepasados las utilizaban para tratar afecciones o incluso prevenirlas. Se sabe por estudios que muchas de ellas tienen capacidades sanadoras, por lo que pueden ser incluidas en la rutina para propiciar dichos beneficios.

Estas son las implicaciones en nuestra salud de consumir miel, cuáles son sus beneficios y cómo tomarlo de manera adecuada, según el portal médico MedlinePlus. Sin embargo, vale recordar que todo uso de hierbas o suplementos debe de estar supervisado por un doctor.

La miel es un líquido espeso y dulce producido por las abejas a partir de néctares de plantas. Se usa comúnmente como edulcorante en los alimentos, pero debe evitarse en los bebés.

Algunos químicos en la miel pueden matar ciertas bacterias y hongos. Cuando se aplica sobre la piel, la miel puede servir como una barrera contra la humedad y evitar que la piel se adhiera a los apósitos para heridas. También podría proporcionar nutrientes y productos químicos que aceleran la cicatrización de heridas. Pero la miel puede contaminarse con gérmenes durante la producción. Aunque es poco común, algunos bebés han contraído botulismo por tomar miel por vía oral.

Las personas comúnmente usan la miel para quemaduras, cicatrización de heridas, hinchazón, llagas dentro de la boca y tos. También se usa para muchas otras condiciones, pero no existe una buena evidencia científica que respalde la mayoría de estos otros usos.

No confunda la miel con el polen de abeja, el veneno de abeja o la jalea real, que son otros tipos de productos apícolas.

Los adultos han utilizado la miel de manera más común en dosis diarias de 35 a 75 gramos por vía oral durante un período de una a cuatro semanas. Además, se ha empleado directamente sobre la piel, así como en formulaciones de cremas, apósitos y gasas. También se ha utilizado en forma de cremas, geles y gotas para los ojos en su aplicación ocular.

En cuanto a la eficacia del consumo de miel, la Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales explica que:

• Lesiones por quemaduras, aplicando directamente preparados de miel en las quemaduras parece favorecer la curación de las heridas.
• Consumir una pequeña cantidad de miel por vía oral antes de dormir parece disminuir los episodios de tos en niños a partir de los dos años de edad. La miel parece ser al menos tan efectiva como el medicamento para la tos dextrometorfano. Sin embargo, no está claro si la miel reduce la tos en los adultos. Las personas con diabetes que sufren de llagas en los pies pueden beneficiarse al utilizar apósitos con miel en las úlceras, ya que esto acelera el proceso de curación y evita la necesidad de tomar antibióticos.
• El uso de gotas oftálmicas de miel específicas o gel para los ojos, contribuye a aliviar la sensación de sequedad ocular. Estos productos pueden complementar el tratamiento convencional para el ojo seco, que incluye el uso de gotas lubricantes y la aplicación de paños tibios en los ojos.
• El uso de miel en el herpes labial parece acelerar el proceso de curación. Las lesiones y úlceras que aparecen en la boca y encías debido al virus del herpes pueden ser tratadas con miel.
• Para acelerar la curación de las llagas y úlceras en los niños que están siendo tratados con aciclovir, se recomienda enjuagar la boca y luego ingerir la miel de manera lenta.
• Esta práctica también es beneficiosa para aliviar la hinchazón e inflamación en la boca conocida como mucositis oral.
• Después de someterse a tratamientos de quimioterapia o radioterapia, se sugiere enjuagar la boca y consumir miel de forma gradual antes y después de estas sesiones para disminuir la probabilidad de padecer úlceras bucales.
• Además, se ha observado que este enfoque también puede ser beneficioso para prevenir el enrojecimiento facial asociado a la rosácea.
• El uso de miel en heridas directamente o en apósitos parece favorecer el proceso de cicatrización. La miel aparenta tener la capacidad de disminuir los malos olores y la presencia de pus, colaborando en la limpieza de la herida, reduciendo la probabilidad de infección, aliviando el dolor y acelerando el proceso de cicatrización.

• La aplicación de miel en el rostro no parece ser útil para tratar el acné.
• Los niveles elevados de colesterol o grasas en la sangre, también conocidos como hiperlipidemia, no parecen ser reducidos por el consumo de miel en individuos con colesterol alto.
• La inflamación de la cavidad nasal y los senos nasales, también conocida como rinosinusitis, no se mejora mediante el uso de miel en un aerosol nasal en personas que sufren de infecciones frecuentes de los senos nasales.

Tenga cuidado con la combinación de fenitoína y miel, ya que la miel puede aumentar la absorción de fenitoína en el cuerpo, lo que podría aumentar los efectos y los efectos secundarios de la fenitoína.

También sea precabido al combinar miel con medicamentos anticoagulantes o antiplaquetarios, ya que la miel puede retardar la coagulación de la sangre, lo que aumenta el riesgo de hematomas y sangrado. Además, la miel puede afectar la forma en que el hígado descompone ciertos medicamentos, lo que puede alterar sus efectos y efectos secundarios.

La miel tiene la capacidad de retardar la coagulación sanguínea, lo que puede incrementar el peligro de sufrir hemorragias. Combinar su consumo con otros suplementos que tengan efectos similares podría aumentar el riesgo de hemorragias en ciertos individuos.

No se conoce ninguna interacción con alimentos.

• Al ingerirse: es probable que la miel sea segura para la mayoría de los adultos. Sin embargo, si la miel se obtiene del néctar de rododendros, es probable que no sea segura. Esta variedad de miel contiene una sustancia tóxica que puede provocar complicaciones cardíacas, hipotensión y malestar en el pecho.
• Al aplicarse en la piel o en la cavidad oral: es posible que la miel sea segura para la mayoría de los adultos.
• En el caso de su aplicación en el ojo: es posible que el uso de gotas específicas para los ojos que contengan miel de manuka sea seguro. Normalmente, se usa este colirio en los ojos de dos a tres veces al día y no se debe exceder el uso por más de cuatro semanas.

• Uso durante el embarazo y la lactancia: es probable que el consumo de miel en cantidades adecuadas sea seguro. Sin embargo, no existe suficiente información confiable para determinar si es seguro utilizar miel en cantidades medicinales durante el embarazo o la lactancia. Es recomendable optar por la precaución y limitarse a consumir las cantidades presentes en los alimentos.
• Niños: es probable que la miel sea segura cuando se ingiere por vía oral en aquellos que tienen al menos un año de edad. Existe la posibilidad de que la miel no sea segura si los niños menores de 12 meses la consumen. Es recomendable evitar el consumo de miel en bebés menores de 12 meses debido al riesgo de intoxicación por botulismo, que no representa una amenaza para niños mayores o adultos.
• Diabetes: consumir grandes cantidades de miel puede incrementar los niveles de glucosa en la sangre en individuos que padecen de diabetes tipo 2. La miel contiene azúcar y se debe utilizar de forma moderada.
• Alergias al polen: si presenta una alergia al polen, se recomienda evitar el consumo de miel. Las reacciones alérgicas pueden ser desencadenadas por la miel, que se elabora a partir del polen.

Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.