En un acontecimiento que reunió a los mejores maestros panaderos de todo Uruguay, el Campeonato Nacional de Roscas de Pascua, organizado por el Centro de Panaderos de Uruguay (CIPU), ya tiene a sus ganadores.
El certamen busca resaltar lo mejor de la pastelería artesanal uruguaya, premiando las roscas de Pascua que mejor combinan sabor, textura, innovación y respeto por las recetas tradicionales.
Con la mirada puesta en la calidad y la creatividad, empresas del rubro gastronómico participaron con sus propuestas en dos categorías: Roscas tradicionales y Roscas innovadoras.
Tradición y modernidad.
El Campeonato Nacional de Roscas de Pascua procura ser un espacio para que los panaderos uruguayos muestren no solo su habilidad técnica, sino también su capacidad de innovación dentro de una tradición muy arraigada en el país. Este año se invitó a todas las empresas del rubro gastronómico con RUT y habilitaciones reglamentarias a participar.
El pasado jueves 3 de abril culminó el certamen, con los participantes sometiéndose a un desafío que fue más allá de la simple presentación de su producto. En la última etapa, los concursantes debieron cocinar sus roscas en vivo ante un jurado especializado, compuesto por tres figuras destacadas de la gastronomía y la ciencia de los alimentos: Marcelo Cerminara, chef, matemático e investigador; Maximiliano Kniazev, ingeniero en alimentos y docente de la Facultad de Química de la Universidad de la República; y Lyliana Silva, exdirectiva del CIPU y miembro de la panadería Las Brisas, de Montevideo.

Gustavo Mancebo, gerente del CIPU, contó que la elección del jurado fue pensada para cubrir varias áreas de lo que conlleva puntuar una rosca de Pascua: Maximiliano es ingeniero de alimentos, es experto en la parte sensorial. Marcelo nos aporta su visión moderna de la gastronomía en general. Y Liliana aporta su visión desde la panadería tradicional”, señaló.
Así fue la evaluación.
Los jurados evaluaron minuciosamente una serie de factores clave para determinar cuál sería la mejor rosca de Pascua de este año. Planilla en mano, pesaron cada una de las siete roscas finalistas, y comenzaron a observar cada detalle para luego probarlas. Entre los criterios que se consideraron, se destacaron el aroma, el sabor, la forma, el color, la calidad de los ingredientes, el corte, el alveolado, la distribución uniforme de las inclusiones y, por supuesto, la cocción.

Más allá de los reconocimientos a los ganadores, este evento deja la puerta abierta para reflexionar sobre el papel de la panadería en la cultura local, un oficio que, más allá de la competencia, sigue siendo fundamental en la vida cotidiana de los uruguayos.
Los ganadores.
El concurso tuvo dos categorías: la de las roscas tradicionales y la de las innovadoras. Mientras las primeras mantienen la receta clásica de siempre, las segundas desafiaron a los panaderos a explorar nuevos ingredientes, formas y técnicas, con la premisa de mantener la esencia de la Pascua pero con un toque distintivo que las haga destacar.
El jurado analizó durante una hora todos los detalles de las siete roscas finalistas y decidieron que la ganadora en la categoría de las tradicionales fuera la de la confitería y panadería Millán y Raffo.
La elegida entre las innovadoras fue la de La Stampa, rellena con chocolate y almendras.

En esta edición participaron 20 roscas hechas en 15 panaderías. Los ganadores tendrán el honor de exhibir en sus panaderías un distintivo que los reconoce como los mejores de este año.
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