Uno de los alimentos que no suelen faltar en los planes de alimentación saludable es el jengibre. Algunos de los beneficios de esta raíz son sus propiedades antinflamatorias y analgésicas, y su efectividad al reducir las náuseas.
El té de jengibre ha pasado de generación en generación como un remedio casero capaz de promover el bienestar general.
El gingerol es el principal compuesto bioactivo en el jengibre. Según el portal Health Line, es responsable de gran parte de las propiedades medicinales del jengibre.
¿Cómo preparar té de jengibre?
Esta infusión es sencilla de realizar y puede ajustarse la cantidad de jengibre para obtener el sabor deseado. El portal web Sabor Gourmet recomienda usar de 8 a 12 gramos de raíz de jengibre por taza y media de agua, calentarlo, taparlo y dejarlo reposar por 15 minutos antes de consumirlo. Además, la autora del texto recomienda usarlo así, no en polvo, para aprovechar mejor sus propiedades.
Este té no necesita agregar edulcorantes, aunque se sugiere la posibilidad de agregar miel para obtener nutrientes y suavizar la garganta.
Té de jengibre con limón: Realice una infusión de 350ml de agua, 10 gramos de raíz de jengibre pelada y en pedazos, y un trozo de piel de limón, sin la parte blanca. Cuando llegue al hervor, apague, tape, y deje reposar por 15 minutos.
Té de jengibre con canela: Mezclar en una olla 330 ml de agua, una rama de canela y 10 gramos de jengibre cortado en rodajas. Después de 10 minutos al fuego agregue el jugo de un limón, retire los sólidos, tape, deje reposar 3 minutos y sirva.
Té de jengibre con frambuesa: Caliente 350 ml de agua al máximo, añada 10 gramos de jengibre pelado y en trozos, y una tizana de infusión de frambuesa. Tape y deje reposar 15 minutos.
De acuerdo con el Manual MSD, el té de jengibre está contraindicado en pacientes que tienen diátesis hemorrágicas o que toman fármacos antiplaquetarios o warfarina. Siempre es recomendable consultar con el médico o nutricionista antes de consumirlo.
(Por El Tiempo GDA)