El Universal/GDA
La sal es uno de los ingredientes más utilizados en la cocina para sazonar una gran variedad de preparaciones, por lo que su consumo forma parte de la alimentación diaria de las personas. Sin embargo, se sabe que no es saludable consumirla en exceso.
Este condimento resulta fundamental añadir a los platos para realzar el sabor de los alimentos, pero es importante moderar la cantidad de sal que se agrega a la comida, puesto que, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de México, abusar de su consumo puede derivar en complicaciones para la salud.
Cabe destacar que la sal está compuesta por cloruro y sodio, que le dan ese característico aroma y sabor. En moderación, contribuye al correcto funcionamiento del organismo, debido a que ayuda a regular la presión arterial, así como a equilibrar los líquidos en el cuerpo para evitar la deshidratación o sobrehidratación. También facilita la absorción de nutrientes como la glucosa y los aminoácidos, y participa activamente en el desempeño adecuado de los músculos y nervios, aclaró la Profeco.
Sin embargo, el exceso de sodio puede perjudicar la salud provocando padecimientos del sistema cardíaco e hipertensión arterial, por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda reducir la ingesta de sodio por debajo de los 2000 miligramos, es decir, 5 gramos de sal al día, en niños y adultos.
En Uruguay, la hipertensión arterial afecta a casi el 40% de la población adulta, según el Ministerio de Salud Pública (MSP), y seis de cada 10 hipertensos desconocen de su situación.
Un estudio realizado entre abril de 2021 y febrero de 2023 por el Centro de Investigación Cardiovascular Clínica de la Universidad de Vanderbilt, aplicó una prueba a 213 personas de mediana edad y de edad avanzada, que consistió en una dieta baja en sodio, que arrojó como resultado una reducción en la presión arterial en comparación con una dieta alta en sodio.
Este estudio reveló que la dieta redujo la presión arterial en casi el 75% de las personas participantes en comparación con la dieta alta en sodio.
Las dietas altas en sodio tienen aproximadamente 2200 miligramos de este ingrediente en la alimentación diaria habitual, y las dietas bajas en sodio suman alrededor de 500 miligramos diarios en total, de acuerdo con los investigadores del estudio.
En resumen, el estudio llegó a la conclusión de que la reducción del sodio en la dieta redujo significativamente la presión arterial en la mayoría de los adultos de mediana y avanzada edad. A su vez, esto reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial.
"Está comprobado que es posible reducir la sal sin que el paladar se dé cuenta, con un resultado gratificante y saludable para todos", indicó el MSP.
Además, la Secretaría de Salud mexicana compartió otros consejos para reducir el consumo de sodio:
- Utilizar especias y otros condimentos para sazonar las comidas
- Evitar el consumo de alimentos procesados, y si se consumen, revisar la etiqueta para elegir los que tengan menos sodio
- Elegir alimentos naturales y limitar los que tengan mucha sal