Una de las formas más placenteras de conocer otras culturas es a través de su gastronomía. Pero no se trata solamente de comer: hay países que se caracterizan por bebidas tradicionales únicas. En Uruguay sucede con el mate, y en la India con el lassi, el masala chai y el nimbu pani, entre otras.
Las especias son el alma y el corazón de la cocina india, y las bebidas no son la excepción. Una manera típica de acompañar las comidas es beber lassi, un manjar a base de yogur natural. En The Taste of India lo elaboran con cardamomo y una pizca de nuez moscada, y le agregan un toque de azúcar para darle un sabor más dulce, contó Navdeep Solanki, fundador del restaurante.
Moksha es otro establecimiento de comida india que también ofrece lassi. En su caso, lo preparan con yogur natural, agua de rosas —que resulta del destilado de los pétalos de las rosas—, cardamomo y azúcar, señaló su fundadora, Aparna Sorni. Esta bebida es ideal para contrarrestar el picor de los platos de origen indio.
Un aspecto interesante es que existe una versión salada de lassi. Sí, leíste bien: una bebida salada a base de yogur. Según indicó Solanki, se trata de una opción que va mejor con el verano. “Cuando vivía en India, mi mamá lo preparaba para sobrellevar mejor las altas temperaturas”, relató, y agregó que en The Taste of India lo hacen con comino, menta y un toque de sal. Por su parte, en Moksha contiene cilantro, semillas de mostaza y sal negra.
Otro pilar fundamental de la cultura india es el masala chai, a base de té negro y especias. Solanki utiliza canela, cardamomo, clavo de olor, anís estrellado, un toque de nuez moscada y menta, y Sorni usa cardamomo, clavo de olor, anís estrellado, jengibre, pimienta y pimienta negra. Tradicionalmente se toma con leche, pero los restaurantes lo han adaptado al paladar uruguayo, dando la opción de pedirlo con agua.
“Siempre hubo resistencia a consumir el té con leche”, contó Solanki, que abrió su local hace ocho años, y señaló que incluso ahora sigue vendiéndose mucho más la versión sin leche. Además, comentó: “Es muy conocido en el mundo como té chai, pero en realidad es té o es chai, porque son sinónimos”.
El lassi tampoco se incorporó fácilmente a la dieta rioplatense. “En India se consume mucho con frutas o frutos secos, pero acá gustó más cuando hicimos una versión simple y sin un sabor tan fuerte de las especias”, expuso Solanki. Y, por si quedaba alguna duda, “acá el lassi dulce le gana al salado, por lejos”.
En Moksha también tienen nimbu pani, una limonada con menta, jengibre y agua de rosas; y golden milk, una bebida caliente compuesta por leche de cúrcuma, pimienta negra y miel. Tiene dos locales y el primero abrió hace cinco años.
Aportes nutricionales de las bebidas indias.
Probar estas bebidas es bueno para descubrir sabores y texturas nuevas, pero además para aprovechar los múltiples beneficios que aportan a la salud. “Las especias son antiinflamatorias y antisépticas; ayudan cuando tenemos tos, resfríos y mejoran la digestión”, dijo Sorni.
La nutricionista Lorena Balerio coincidió y agregó que “la mayoría de las especias tienen propiedades antioxidantes, lo que significa que retrasan el envejecimiento celular y todo lo que eso conlleva, como ciertas enfermedades”.
Además, son un excelente sustituto de la sal, cuyo uso se desaconseja porque aumenta el riesgo de padecer hipertensión arterial, retención de líquidos y problemas renales, entre otros. Reducir el consumo de sal es especialmente importante en invierno, en tanto tendemos a tener presión más alta en esta época del año, señaló Balerio.
En India, los alimentos son la primera medicina: “De niño, si me enfermaba, mi mamá me daba ciertas comidas, pero no porque fuera algo que no me cayera mal y listo, sino para mejorar la salud de mi cuerpo”, recordó Solanki.
Estas bebidas son parte de la vida diaria de ambos emprendedores de origen indio. “El chai es mi favorito”, admitió Sorni, y añadió: “Crecí tomando eso. Es lo primero que necesito en la mañana, y puedo tomar diez a lo largo del día”. En cuanto a Solanki, su preferido es el lassi de mango, pero acá se contenta con el de sabor clásico porque no le encanta el mango que hay en el mercado. “No es que sepa mal, sino que la textura no me gusta. En India tenemos algunas variedades que no son tan fibrosas”, explicó.