El Día del Tannat se festeja cada año el 14 de abril, fecha elegida para homenajear a Pascual Harriague, que nació ese mismo día, en 1819. El hombre fue un pionero: sus Tannatfueron premiados en una exposición mundial de Paris en 1889.
En 2016 se conmemoró por primera vez el día de nuestra cepa emblema. Ese año la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV) reconoció a Uruguay como Centro de Dispersión de la variedad Tannat, así como Argentina lo es de la Malbec.
Bueno es recordar que su cuna es el País Vasco francés y que, desde ese nicho cercano a los Pirineos, solamente emigró al Uruguay, donde encontró un lugar muy propicio para dar excelentes varietales.
Su piel más gruesa que la de otras variedades tintas, hizo de buena coraza para protegerla de la humedad de nuestro clima. De muy buen color y con taninos remarcables, da los tintos ideales para acompañar nuestras carnes. Es cierto que hubo que entenderla para como primer paso, cosecharla en el momento justo y lograr domar su rusticidad vascongada.
Hoy Uruguay se enorgullece de los excelentes varietales de alta gama, que muchas de nuestras bodegas elaboran. Las medallas de los concursos internacionales y las muy buenas calificaciones del periodismo especializado, lo avalan de manera constante.
El éxito que nuestros enólogos han logrado con ella, ha despertado un creciente interés en los países vecinos. La curiosidad que al principio despertaba, se transformó en un interés real de experimentar con ella. En Argentina viene dando muy buenos resultados en el Norte. En los Valles Calchaquíes, el enólogo francés Thibaut Delmotte de Bodega Colomé, obtuvo un Best in Show en los Decanter Awards 2020, con su Lote Especial Tannat 2018.
En Chile los mejores resultados se obtuvieron en el sur, donde el clima es más templado que en la región de Santiago. En Bolivia se cultiva sobre todo en Tarija a una altitud cercana a los 2.000 metros, con una condición climática parecida a la nuestra. Allí en la altura se obtienen excelentes varietales. Pero es en Brasil donde mejor se ha implantado.
“La Tannat tiene una importancia muy grande para la viticultura gaúcha, más que nada en la zona cercana a la frontera con Uruguay. Ha demostrado ser muy versátil y con ella se elaboran vinos de distintas categorías. Desde los más simples y livianos, pasando por los intermedios con más cuerpo, hasta los de guarda de crianza en barrica. Es la uva tinta más plantada detrás de la Cabernet Sauvignon y la Merlot”, cuenta Alejandro Cardozo, enólogo uruguayo de gran trayectoria en el país vecino.
“Aquí, no hay bodega de jerarquía que no la trabaje y por supuesto también lo hacen las que no sobresalen tanto. Al igual que en Uruguay son muchas las medallas que obtienen sus vinos y en las guías de vinos siempre reciben un buen destaque”, agrega Alejandro.
Por último, vale recordar lo que siempre enfatiza la Ing. Agr. Estela de Frutos:”Me encanta pensar y es de no creer, que con tan pocas hectáreas plantadas – apenas unas 1.600 – en Uruguay, la Tannat haya podido escalar a su posición actual, en el ámbito internacional del vino y ser tan bien considerada”.