Con información de El Universal/GDA y La Nación/GDA
El calcio es un mineral esencial para la formación y el desarrollo de los huesos. La mayoría del calcio se almacena en los huesos y los dientes, proporcionándoles estructura y rigidez. Además, el calcio es necesario para que los músculos se contraigan y los nervios transmitan señales desde el cerebro a todo el cuerpo.
El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano: “El 99% se encuentra distribuido por el esqueleto. Precisamente, se almacena en el sistema óseo y en los dientes y les da estructura y rigidez. El 1% restante forma parte del plasma, es decir, de la sangre”, explicó la licenciada en Nutrición Estela Mazzei.
La lista de alimentos ricos en calcio incluyen una variedad de opciones. Los más conocidos, son los lácteos: leche de vaca, yogur y quesos como el de Burgos, el Gruyere, emmental y roquefort. Otros no tan conocidos incluyen sardinas en aceite, almendras, cigalas, langostinos, gambas y garbanzos.
En este punto, debemos decir que la almendra, un fruto seco que también contiene proteínas, grasas saludables y fibra, es una excelente opción para obtener calcio de manera natural.
Esto es porque, por cada 100 gramos de porción comestible del producto, las almendras tienen 240 miligramos de calcio, mientras que la leche de vaca tiene solamente 130 miligramos, según la Clínica Universidad de Navarra.
Además, las almendras también aportan otros nutrientes esenciales, como fósforo, magnesio, hierro, zinc y vitaminas. Se recomienda una porción de 25 gramos de almendras como medida ideal para fortalecer la salud.
Los riesgos de tener déficit de calcio
Una falta de calcio hace que la personas sea “propensa a sufrir osteopenia, una afección que se genera cuando el organismo deja de fabricar nuevo tejido óseo con la misma rapidez que en períodos normales”, explicó Mazzei. Esta patología puede desencadenar, más adelante, osteoporosis, “una enfermedad donde los huesos se tornan débiles”, añadió.
Este cuadro lleva a que disminuya la calidad de vida, puesto que la persona queda expuesta a lesionarse y a sufrir fracturas con facilidad. A su vez, conduce a la pérdida de autonomía, por los cuidados extras que deberá tener a la hora de moverse y hacer actividades.
El estado de las reservas de calcio en el sistema óseo se puede consultar a través de un estudio que se conoce como densitometría. “En general, se sugiere a mujeres mayores de 50 años y a hombres mayores de 60, como también a aquellos que tienen antecedentes de enfermedades puntuales que puedan causar osteoporosis o que tengan algún problema de mala absorción como celiaquía, cuadros inflamatorios intestinales, obesidad o déficit de vitamina D”, aclaró Mazzei.