Alan Nájera, El Universal/GDA
La gastritis es la inflamación del revestimiento del estómago, producida por un tipo de bactería que también se relaciona con las úlceras gástricas y algunos tipos de cáncer: Helicobacter pylori. Los tratamientos son variados, pero una de las formas más nutritivas y deliciosas de combatir los síntomas de la gastritis es a través de un caldito.
Aunque muchos caldos tienen propiedades nutricionales para nuestro organismo, el caldo de hueso es el ideal para los malestares gástricos.
El caldo de hueso es básicamente la infusión del sistema óseo de algunos animales. Pueden usarse desde huesos de pollo o cerdo, pero el más utilizado son los de res. Esta es una receta para nada nueva, y ha sido muy utilizada para nutrir a las infancias durante su crecimiento, pero también para tratar malestares gástricos.
El caldo incluye los huesos, la piel, la médula y los tejidos conectivos de la res, los cuales están llenos de nutrientes, por ejemplo, colágeno, calcio, fósforo, magnesio, condroitina y glucosamina. Estos últimos son ideales para cuidar del sistema óseo humano. Pero el compuesto que ayuda a los malestares intestinales es el colágeno que contiene grenetina.
Estos componentes ayudan a regenerar los tejidos de las paredes digestivas, las cuales son dañadas por la bacteria de la gastritis, o bien, por la falta de ácidos estomacales importantes para digerir los alimentos de una manera correcta.
Beneficios del caldo de huesos.
El principal beneficio del caldo de huesos es el revestimiento de las paredes intestinales, debido a los aminoácidos y el colágeno que impulsan la salud gástrica. Sin embargo, también es beneficioso para otros aspectos como el fortalecimiento del sistema inmune, ayuda a reducir la inflamación estomacal y a promover la salud en tejidos y articulaciones.
¿Cómo consumir el caldo de huesos?
Según la coach en Nutrición Funcional, María Montemayor, para preparar un caldo de huesos sumamente nutritivo necesitarás lo siguiente:
Ingredientes
- 2 kilos de tuétano o médula de res y huesos de los nudillos
- Un kilo de huesos con carne, como costillas
- Media taza de vinagre de sidra de manzana sin pasteurizar
- Cuatro litros de agua filtrada
- Tres tallos de apio cortados por la mitad
- Tres zanahorias cortadas por la mitad
- Tres cebollas en cuartos
- Un puño de perejil fresco
- Sal de mar al gusto
Preparación
Poné los huesos en una olla o una cazuela de barro, agregá el vinagre de sidra de manzana y el agua filtrada. Dejalos en reposo durante una hora para que el vinagre extraiga los minerales. Si es necesario, añadí agua hasta que cubra los huesos.
Agregá los vegetales y hervílos a fuego medio. Retirá la espuma de la parte superior del caldo.
Bajá a fuego lento, tapá la preparación y dejá que se cocine de 24 a 72 horas (apagá el fuego durante la noche y encendelo por la mañana). En los últimos diez minutos de cocción, añadí el perejil fresco para darle más sabor y aportar minerales.
Dejí que el caldo se enfríe y colalo. Así te asegurás de que todo el tuétano se haya desintegrado en el caldo. Agregá sal de mar al gusto.
Tené presente que esto no sustituye el tratamiento médico, por lo que es importante consultar a un especialista de la salud ante cualquier cambio radical en tu alimentación. El caldo de huesos no basta para curar la gastritis, por lo que deberás combinarlo con una dieta balanceada y atención profesional.