Redacción El País
Una ingesta elevada de ácido alfa-linolénico (AAL), un omega-3 de origen vegetal, puede estar relacionada con una disminución en el riesgo de eventos clínicos adversos en pacientes con insuficiencia cardíaca, según sugiere una investigación reciente publicada por el Journal of the American College of Cardiology. El estudio, liderado por Iolanda Lázaro, Ph.D., del Instituto de Investigación Médica Hospital del Mar en Barcelona, se centró en el análisis de 905 pacientes ambulatorios afectados por esta afección.
Durante un seguimiento de 2,4 años, se registraron 140 defunciones por diversas causas, 85 muertes atribuidas a causas cardiovasculares, y 141 ingresos hospitalarios iniciales por insuficiencia cardíaca. Los resultados del estudio indicaron que aquellos pacientes cuyos niveles de ingesta de AAL se situaban en el tercio superior tenían un riesgo significativamente menor de experimentar muerte por cualquier causa o la necesidad de un primer ingreso hospitalario por insuficiencia cardíaca, con un cociente de riesgos instantáneos de 0,61.
Además, cuando se evaluaron los riesgos de muerte por cualquier motivo, muerte por motivos cardiovasculares y primer ingreso hospitalario por insuficiencia cardíaca de manera individual, así como la combinación de muerte por afecciones cardiovasculares e ingreso hospitalario por dicha afección, todos presentaron disminuciones en el riesgo que resultaron ser estadísticamente significativas. Los cocientes de riesgos instantáneos asociados a este hallazgo fueron de 0,58, 0,51, 0,58 y 0,58, respectivamente.
Esta correlación entre el consumo de AAL y una menor incidencia de eventos clínicos adversos refleja una posibilidad prometedora para el tratamiento y el pronóstico de la insuficiencia cardíaca. No obstante, los autores del estudio hacen hincapié en que los niveles elevados de AAL en fosfolípidos séricos, que son indicativos del consumo dietético, son los responsables de dicha asociación.
Según indica la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, el AAL se puede encontrar principalmente en alimentos de origen vegetal, como las semillas de chía, las de lino y las nueces. En menor medida, también se puede encontrar en otros frutos secos, como semillas y algunas legumbres.
El estudio, sin embargo, destaca revelaciones de interés financiero por parte de uno de los autores con la industria biofarmacéutica, y de otro autor con la Comisión de Nueces de California, por lo que sugiere la importancia de considerar estos factores al interpretar los resultados.
La integración de estudios como este pueden jugar un papel importante en la adaptación de guías nutricionales para pacientes con condiciones cardíacas, aunque siempre necesitarían ser corroboradas con más investigaciones.
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.