El consumo excesivo de azúcares añadidos podría aumentar el riesgo de padecer cálculos renales, según estudio

Una investigación encontró una asociación entre los pacientes con cálculos renales y su consumo histórico de comestibles con azúcares añadidos.

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Tortas, azúcar, dulce, comida
Joven con comestibles dulces.
Foto: Freepik.

Valeria Castro, El Tiempo/GDA
Un estudio observacional publicado en la revista 'Frontiers in Nutrition' reveló que el consumo elevado de azúcares añadidos puede ser considerado como un factor de riesgo para el desarrollo de cálculos renales.

Aunque se desconocen los mecanismos precisos de esta relación y si es causal, los resultados sugieren que limitar la ingesta de estos endulzantes podría ayudar a prevenir la formación de piedras en los riñones.

Los síntomas más comunes de los cálculos renales incluyen dolor intenso, náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos y presencia de sangre en la orina. Además de reducir la calidad de vida, a largo plazo pueden provocar complicaciones graves como infecciones, inflamación de los riñones, insuficiencia renal y enfermedad renal terminal, indican los especialistas.

Hasta ahora, se conocían algunos factores de riesgo para los cálculos renales, como ser varón adulto, obesidad, diarrea crónica, deshidratación, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes o gota. Sin embargo, este nuevo estudio es el primero en señalar una asociación entre el consumo de azúcares añadidos y el riesgo de padecer piedras en los riñones.

Los azúcares añadidos se encuentran presentes en una amplia variedad de alimentos procesados, especialmente en refrescos azucarados, bebidas de frutas, dulces, helados, pasteles y galletas.

"(La investigación) sugiere que limitar el consumo de azúcar añadido puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales", explicó el doctor Shan Yin, investigador del Hospital Afiliado de la Facultad de Medicina del Norte de Sichuan y autor principal del análisis.

¿Cómo se realizó la investigación?

Para llevar a cabo el estudio, se analizaron datos epidemiológicos de 28.303 adultos (tanto hombres como mujeres) entre 2007 y 2018, recopilados en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos (NHANES).

Se estimó la ingesta diaria de azúcares añadidos de cada participante a través de recuerdos de su consumo más reciente de alimentos y bebidas. Los resultados mostraron que aquellos con una mayor ingesta de estos endulzantes tenían una mayor prevalencia de piedras en los riñones.

Un ejemplo ilustrativo es que aquellos participantes cuyo consumo de azúcares añadidos se ubicaba en el 25 por ciento más alto de la población presentaban un 39 por ciento más de riesgo de desarrollar cálculos renales a lo largo del estudio.

A pesar de estos hallazgos, los autores del estudio advierten que aún no se comprenden completamente los mecanismos detrás de esta relación, ya que se trató de un ensayo observacional no controlado. De acuerdo con Yin, se necesitarán más investigaciones para explorar cómo el azúcar añadido se relaciona con diversas enfermedades o condiciones patológicas y para determinar el nivel óptimo de reducción en su ingesta para disminuir el riesgo de cálculos renales.

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