Redacción El País
La ingesta de pistachos, un tipo de fruto seco, ha mostrado resultados positivos en diversos estudios epidemiológicos y clínicos.
Los miembros del género Pistacia pertenecen a la familia Anacardiaceae. La única especie de este género que produce frutos secos comestibles, con un tamaño comercialmente aceptable, es la Pistacia vera L. Es originaria del oeste de Asia y comenzó luego a distribuirse en Medio Oriente, países mediterráneos y Europa, para posteriormente expandirse por todo el mundo y su principal productor es Estados Unidos.
Además de su gran aporte de calcio y potasio, con incluso más aportes que la leche y la banana, respectivamente, son fuente de proteínas, fibra, ácidos grasos monoinsaturados, minerales, vitaminas y diversos fitoquímicos, como carotenoides, ácidos fenólicos, flavonoides y antocianinas.
Los polifenoles en los pistachos son fundamentales para su efecto antioxidante y antiinflamatorio. También se ha evaluado el potencial antimicrobiano y antiviral de estos compuestos, lo que podría contribuir a superar la resistencia a medicamentos.
Los pistachos son una rica fuente de antioxidantes, incluyendo tocoferoles, filoquinona, carotenoides, clorofila y flavonoides. Estudios clínicos han mostrado que el consumo de pistacho resulta en una influencia positiva en este aspecto.
"Los antioxidantes son sustancias naturales o fabricadas por el hombre que pueden prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células", explicó MedlinePlus.
La inflamación sistémica crónica se conoce como un factor causal subyacente en la progresión de enfermedades crónicas. Los pistachos contienen una amplia variedad de nutrientes y componentes bioactivos que pueden controlar la inflamación.
Los pistachos tienen un alto contenido de grasas, compuesto principalmente de ácidos grasos mono y poliinsaturados, así como cantidades menores de ácidos grasos saturados.
Son una fuente de al menos 15 diferentes micronutrientes en cantidades significativas, y una rica fuente de luteína y zeaxantina, que son carotenoides xantofilas, y una amplia gama de compuestos fenólicos.
El consumo de pistachos puede influir en la función cognitiva y se ha vinculado con la modulación positiva de la microbiota intestinal humana.
Incorporar pistachos en la alimentación diaria es fácil y delicioso. Se puede consumirlos solos como un snack saludable, o agregarlos a platos salados como pasta, arroz o ensaladas, para así darles un toque crujiente y nutritivo. También se puede triturar y utilizar como cobertura de postres, yogures o helados.
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.
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