Leidy Rico/El Tiempo GDA
Existen diversos mitos acerca de los efectos que puede producir el consumo del pan para la salud, ya que si no se regula su ingesta puede causar sobrepeso y enfermedades relacionadas con el metabolismo, de acuerdo con ‘Mejor con salud’.

No suele tener buenas críticas por su alto contenido de sodio, su índice glucémico, su baja cantidad nutricional y su contenido de gluten, pero puede tomar ciertas medidas para comerlo sin dejarlo a un lado por completo.

El nutricionista Aitor Sánchez explicó que las porciones de pan deben ir acordes con las actividades físicas que realice, puesto que suele contener 261 calorías, lo que no es saludable si lleva una vida sedentaria.

Una de las opciones más saludables es el pan integral, que se produce a partir de granos enteros, lo que permite que los hidratos de carbono tengan una digestión más lenta, esto permite que el cuerpo utilice sus nutrientes durante un mayor tiempo.

Además, contiene una mayor cantidad de fibra, vitamina B, calcio y hierro que el pan blanco, lo que disminuye el impacto que este alimento puede tener en la sangre y resulta beneficioso para aquellos que deban utilizar la insulina en su rutina diaria, según lo que explicó la nutricionista Natalie Mokari a CNN.

Otra opción son aquellos que son hechos a base de masa madre o tienen una fermentación lenta, las bacterias de la levadura pueden ayudarle a mejorar su digestión, contiene ácido láctico, su contenido de gluten es menor y contiene vitaminas B1 a B6, B12, folato, tiamina, niacina, riboflavina, vitamina E, hierro, magnesio, calcio, fósforo, zinc y potasio.

También, puede probar el pan de centeno o espelta, puesto que tiene mayor cantidad de fibra soluble, lo que le facilita a su cuerpo la digestión: “Si en lugar de únicamente trigo, priorizamos panes que sean de centeno o de espelta tendrán mayor valor nutricional, aunque muchas veces presentan un precio disparado”, señaló Aitor Sánchez.

Cada uno de estos tipos de pan, le ofrece diferentes beneficios que pueden ser utilizados dependiendo de cuáles son sus objetivos. Sin embargo, antes de cambiar algo en su dieta se recomienda que consulte con un experto en nutrición.

Para entender las diferencias, el pan integral se elabora con trigo que tiene todos los componentes del grano: el salvado, el germen y el endospermo. Según sitios de alimentos, esto hace que mantenga sus vitaminas, minerales y fibra.

En contraste, el plan blanco está hecho de harina refinada. Stacey Pence , dietista registrada en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, explica que el proceso de elaboración se concentra en eliminar el salvado y el germen.

De hecho, al hacer esto, "solo queda el endospermo almidonado, que tiene un valor nutricional bajo", explica.

Además, cada uno tiene un nivel distinto de calorías. De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición (FEN), el pan blanco tiene 277 kilocalorías y el pan integral tiene cerca de 260 kilocalorías. Es decir menos.