Si bien existe una creciente tendencia a difundir y adoptar un estilo de vida más saludable en cuanto a la alimentación, este ámbito aún sigue despertando especial preocupación, ya que en los últimos años se ha registrado un incremento en las malas prácticas nutricionales, las cuales representan un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas.
Como explicó Luis Camilo Ortigueira-Sánchez en un artículo publicado en la revista de la facultad de economía de la Universidad de la Habana, Economía y Desarrollo, el World Obesity Federation predice que, a partir del año 2030 habrá aproximadamente 254 millones de personas obesas.
Desde luego, el aumento en el consumo de alimentos de alta densidad calórica y baja calidad nutricional, ha generado que diversas organizaciones, como la Food and Drug Administration (FDA) o la Comunidad Económica Europea realicen importantes progresos, con el fin de mejorar la información sobre la composición de los alimentos entregados a los consumidores, razón por la cual, el etiquetado nutricional de los productos ha cobrado mayor importancia en la industria alimentaria, puesto que se pretende minimizar el riesgo de las enfermedades no transmisibles entre la población, destacó Inés Urquiaga en una publicación en la revista Médica de Chile.
¿Qué es el etiquetado nutricional?
Un rótulo o una imagen descriptiva que nos brinda la información de lo que vamos a consumir, ya sea un alimento sólido o una bebida. Cuando compramos un producto, lo primero que solemos visualizar es el nombre, la fecha de vencimiento, el registro sanitario y las condiciones de conservación y almacenamiento; sin embargo, no le prestamos mucha atención a la tabla o etiquetado nutricional.
“Muchas personas cuando van al supermercado y compran un producto no leen la información nutricional o sí la visualizan, pero como no saben interpretarla, desconocen exactamente qué porcentaje de macro y micronutrientes contiene dicho alimento”, explica.
¿Cómo podemos descifrar el etiquetado nutricional?
1. Tamaño de la porción
Esta sección nos muestra cuántas porciones hay en el paquete y de qué tamaño es cada una de estas porciones. Por lo general, los tamaños de las porciones se dan en medidas, como gramos, tazas o pedazos. La etiqueta nos muestra los gramos totales del producto y cuántas porciones equivalen, puede tener 200 gramos y contener 5 porciones, es decir, cada porción es de 40 gramos.
2. Aporte energético
En esta segunda parte, se visualiza el aporte energético total y también en algunos casos las etiquetas especifican por porción. Básicamente, en esta sección se evidencia la cantidad de calorías que nos va a proporcionar el producto. Velásquez destacó que, no debemos olvidar que si un alimento no contiene grasa, no necesariamente significa que no tenga calorías, por esta razón, debemos leer correctamente la etiqueta.
3. Nutrientes que debemos limitar
Es importante prestar atención a las cantidades de grasa total, grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sodio y azúcar añadido que contiene el producto. Según la American Heart Association, se debe limitar el consumo de grasa saturada y trans a no más de 11 a 13 gramos al día, mientras que, en el caso del sodio no más de 2,300 mg al día y menos de 1,500 mg para la mayoría de adultos; sobre todo, los que sufren de presión arterial o alguna afección cardíaca.
4. Nutrientes
Se muestra el contenido de los macronutrientes, como carbohidratos, fibra y proteínas, además de los micronutrientes, que vendría a ser las vitaminas y minerales. Por ejemplo, la especialista señaló que, en el etiquetado nutricional de la imagen, tiene un buen porcentaje de calcio con un 25% y de fósforo con 21%. De igual manera, un 15% de vitamina A, D y E se podría considerar como niveles bastante altos y beneficiosos para la salud.
5. Nota del producto
En algunos casos, los productos contienen esta sección que guarda relación con los valores diarios de la tabla, pues están basados en una dieta estándar de 2000 calorías. Sin embargo, es clave tomar en cuenta que las necesidades nutricionales pueden variar de acuerdo al grado de actividad física que mantiene cada individuo, pero esta es una propuesta general.
6. Valor diario
En esta última sección, se especifica el valor diario de los que debemos consumir. Es el porcentaje del requerimiento diario que indica cuánto del porcentaje de este nutriente es recomendable consumir en la dieta o cuánto está aportando el producto, lógicamente, en base a la dieta de 2000 calorías en promedio.
¿Qué debemos tomar en cuenta al leer el etiquetado nutricional?
Si estamos enfocados en seguir algún tipo de régimen alimentario y no queremos excedernos en algún nutriente, como grasas, carbohidratos o proteínas, como recomendó la nutricionista, si alguno de estos se encuentra por encima del 20% del valor diario, esto quiere decir que tiene un buen aporte de ese nutriente, mientras que, si indica menos del 5%, esto representa un bajo contenido.
¿Qué tan importante son los octógonos?
Las advertencias octogonales son uno de los diferentes tipos de sistemas de etiquetas desarrolladas para indicar qué productos alimenticios y bebidas poseen un alto contenido de sodio, azúcar, grasas, grasas saturadas y grasas trans. Como manifestó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas herramientas han sido de mucha ayuda para que los consumidores tomen decisiones saludables, pues se registró el éxito de las mismas en el primer estudio realizado en el Caribe sobre los sistemas de etiquetado en el frente del envase.
Por su parte, si bien es importante identificar si el producto tiene o no el octógono, no podemos confiarnos, pues hay algunos alimentos que no presentan esta etiqueta, porque de repente han disminuido mínimamente la cantidad de ciertos ingredientes, por lo que la ley no les exige, pero al final pueden ser poco nutritivos y saludables, ya que al revisar el etiquetado nutricional se evidencia que tiene más de 5%.
¿Cómo interpretar la etiqueta de ingredientes?
Sin lugar a duda, es otro elemento que tenemos que tomar en cuenta cuando realizamos la compra de un producto, puesto que todos los alimentos deben contar con la lista de ingredientes. El primer ingrediente que figura siempre es el que se encuentra en mayor cantidad en el producto, es decir, se colocan en orden de mayor a menor peso.
Asimismo, es esencial revisar los ingredientes porque podemos identificar qué es lo que nos están vendiendo, ya que hay muchos productos que dicen ser fitness o saludables, pero poseen como segundo ingrediente el azúcar. Además, estos deben especificar si presentan algún alérgeno, como el gluten, lactosa, entre otros, para que así las personas que son alérgicas, intolerantes o simplemente no desean consumir algún tipo de nutriente puedan saberlo.
Gran parte de la solución va a consistir en que se apliquen las leyes y regulaciones necesarias que reduzcan la demanda y oferta de los productos que contienen excesivas cantidades de nutrientes críticos, como el sodio, el azúcar y las grasas. A pesar de que ya se inició con la estrategia de colocar octógonos, aún hay mucho por hacer para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Por esta razón, es clave que las personas se comprometan con su alimentación y tomen consciencia sobre la lectura del etiquetado y la información nutricional, con el fin de generar un cambio significativo en sus vidas y prevenir cualquier problema de salud.
(Por Milenka Duarte, El Comercio - GDA)