El Universal/GDA
Las frutillas pueden comerse solas, con otras frutas o ser el ingrediente principal de varios postres. Al ser fuente de vitamina C y K, su consumo nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, regular la digestión y reducir el colesterol.

Lavarlas correctamente nos garantiza aprovechar sus nutrientes. Si decidimos saltarnos este proceso, nuestro cuerpo podría ser infectado por ciertas bacterias que ocasionan problemas de salud.

Lavar y desinfectar las frutas es una tarea necesaria después de haberlas comprado y antes de utilizarlas en nuestras recetas. Dichos comestibles pueden resultar contaminados durante su cultivo, cosecha y traslado a los mercados.

Recordemos que incluso se les rocían diferentes químicos para evitar el crecimiento de plagas. De igual manera, podrían albergar microorganismos al ser manipuladas con poca higiene y salubridad.

Dichas prácticas promueven el crecimiento de patógenos que, en la mayoría de los casos, afectan la salud de nuestro organismo.

Por ejemplo, la bacteria escherichia coli se reproduce en los alimentos frescos, como las frutillas, que no han sido lavados adecuadamente. Puede causar diarrea, vómito y fiebre.

Mientras que las salmonelas se propagan a través de alimentos contaminados y afectan el tubo intestinal. Según detalla el portal Mayo Clinic, una infección ocasionada por esta bacteria provoca fiebre, dolor de cabeza, cólicos, diarrea y falta de apetito.

Otro padecimiento es la cisticercosis, que ocurre cuando se consumen los huevos del parásito taenia solium. Dicho microorganismo perjudica distintas partes del cuerpo, siendo la más grave el cerebro, explica Medline plus.

Ante cualquier sospecha, es necesario acudir con un médico y aprender a desinfectar nuestros alimentos para prevenir problemas de salud.

Antes de desinfectar tus frutas, o cualquier otro producto que venga del campo, es necesario lavarlas. En el caso de las frutillas, se recomienda colocarlas bajo el chorro de agua y no cortar su tallo, pues los microorganismos podrían ingresar al interior.

Una vez que las lavaste, se recomienda el siguiente proceso:

Usar:
3 gotas de cloro.
1 lt. de agua.
1 recipiente plástico.

Procedimiento:
Colocar el agua en el recipiente.
Agregar las gotas de cloro en el agua. Utilizar 3 gotas de cloro por cada litro de agua.
Poner las frutillas en el agua y dejar reposar durante 30 minutos.
Después, enjuagar con agua limpia y estarán listas para consumir.