El Universal/GDA
El agua es una de las bebidas por excelencia para quitarnos la sed. Este líquido ayuda a la absorción de nutrientes, favorece la digestión de alimentos y estimula la circulación de la sangre.
De igual manera, se ha vuelto común beber un vaso de agua con una cucharada de sal rosa o del Himalaya. Se cree que este condimento aporta minerales que benefician al doble nuestro cuerpo, pero ¿qué hay de cierto?
Recordemos que el exceso de sodio también podría generar problemas de salud. Por eso, te contamos las ventajas y desventajas de ingerir esta combinación.
¿Qué pasa si tomo agua con sal del Himalaya?
La sal del Himalaya se distingue por su tono rosado, el cual se debe a la presencia de óxido de hierro. De acuerdo con el portal Life Pro Nutrition, a diferencia de la sal tradicional, la rosa no contiene yodo.
Hablemos de sus ventajas: Potasio, calcio y magnesio son algunos de los minerales que tiene dicho condimento y todos contribuyen al buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Por ejemplo, si practicas deporte constantemente, beber agua con sal rosa puede ser beneficioso para ti porque ayuda a mantener la hidratación por mucho más tiempo. Asimismo, le da mayor elasticidad a los músculos y fortalece el sistema nervioso.
Además, esta peculiar bebida tiene el poder de reducir las toxinas que se acumulan de otros alimentos que comemos, explica el sitio de cocina Vegaffinity. También se recomienda consumirla por las mañanas para aliviar la inflamación estomacal.
Otra de sus ventajas se manifiesta en la salud bucal, ya que la sal acelera la cicatrización de llagas y ulceras. Muchas veces se consume para controlar el mal aliento y limpiar las bacterias que se esconden en la lengua.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que los adultos necesitan consumir 5 g. de sal al día. Es por ello que se recomienda mezclar sólo una cucharada con agua para no rebasar la dosis segura.
¿Cuáles son las consecuencias de beber agua con sal?
Pese a sus beneficios, hay que tener en cuenta que la mayoría de alimentos que comemos nos aportan grandes cantidades de sodio. Tal como lo indica la OMS, este mineral produce efectos negativos si no se consume con moderación.
En ese sentido, tomar mucha agua con sal puede ocasionar malestar estomacal, vómitos y náuseas. Según el sitio de seguros médicos Bupasalud, el sistema digestivo comienza a tener problemas para procesar y metabolizar el sodio, lo que termina por irritarlo.
Por otra parte, este mineral aumenta la presión arterial, según advierte el portal Verywell Health. Y hasta podría ocasionar retención de líquidos que como consecuencia nos hace aumentar de peso.
Tomando en cuenta sus ventajas y desventajas, te sugerimos tomar agua con sal en muy pequeñas cantidades y elegir una dieta baja en sodio para no descompensar tu cuerpo. Con estas medidas evitarás problemas de salud a largo plazo.