El Comercio/GDA
Actualmente, existe una tendencia muy marcada hacia lo orgánico y natural en lo que respecta a la alimentación, pues si bien hay una presencia importante en nuestra sociedad de malnutrición, surge cada vez más la necesidad de apostar o tratar de hacer un esfuerzo por priorizar nuestra nutrición y salud integral. Por esta razón, diversos organismos, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), hacen especial énfasis en ciertos “superalimentos”, los cuales son denominados así, por sus múltiples propiedades nutricionales y su evidente impacto en nuestro bienestar, entre los que destaca la espirulina.
Sin duda, este producto de moda ha dado la vuelta al mundo, ya que no únicamente es una constante en los batidos de Instagram, sino que instituciones como la NASA la han considerado como un suplemento dietético necesario para incorporarla en la alimentación de los astronautas. Ciertamente, ello no debería sorprendernos, pues es un alimento con un alto contenido de proteínas (un 70% de su composición), vitaminas A, B12, B1, B2 y E, minerales (potasio, hierro, magnesio, sodio, calcio, fósforo, selenio, zinc y cromo), omega-3 y antioxidantes son solo algunas de las cualidades por las que es catalogada como uno de los alimentos del futuro.
¿Qué es la espirulina?
De acuerdo con el diario La Vanguardia, la espirulina habita en la tierra desde hace más de 3.500 millones de años, inclusive era consumida por los aztecas en México. Básicamente, es una cianobacteria o alga unicelular azul verdosa, que se reproduce en zonas desérticas; sobre todo, en aquellos lugares en los que el agua es alcalina. Por lo general, se suele utilizar de forma desecada, en polvo o en forma de tabletas, pero también es posible conseguirla en su versus fresca.
¿Cuáles son los beneficios de la espirulina?
Gracias a su aporte de proteína de origen vegetal, esta aporta diversos beneficios dentro de una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable. Como explica Vanesa León García, nutricionista y dietista al portal digital de la revista Women’s Health, la espirulina es un buen aliado para combatir el cansancio y la fatiga, debido a la cantidad de minerales, oligoelementos y vitaminas que aporta. De igual manera, resulta ser un alimento ideal para los deportistas, pues ayuda a incrementar su resistencia y rendimiento deportivo, reduce los calambres y contribuye a la recuperación de los músculos.
Adicionalmente, contribuye a depurar el organismo, ya que ayuda a los riñones y al hígado a un adecuado funcionamiento para la eliminación de toxinas, ya que posee un efecto antioxidante, además de que la espirulina tiene la habilidad de reducir la grasa acumulada en el hígado. Cabe señalar que, al ser una fuente de hierro, favorece al aumento de los niveles de hemoglobina en sangre, previniendo así la anemia.
Por otro lado, brinda una mayor sensación de saciedad, lo que favorece a la pérdida y control de peso. Asimismo, la espirulina contiene compuestos que pueden estimular el sistema inmunológico, como los polisacáridos y las ficocianinas, los cuales pueden ayudar a mejorar la respuesta inmunitaria del organismo y reducir la susceptibilidad a infecciones.
¿Cómo debemos tomarla?
La manera más sencilla de conseguirla es en cápsulas o en polvo, en caso lo consumamos en polvo podemos diluirla en líquidos o utilizarla para elaborar batidos, pero también para recetas o incluirla en cremas vegetales, reportería, etc. Por lo general, la cantidad recomendada es de unos 3 gramos al día aproximadamente, precisa León García.
¿En qué casos no es recomendable el consumo de espirulina?
En definitiva, pueden existir algunas contraindicaciones para su consumo, por ejemplo, como refieren en la sección de Cuídate Plus del diario Marca, las personas que padecen de hiperuricemia, hipertiroidismo, fenilcetonuria o algunas enfermedades al hígado y patologías autoinmunes, así como mujeres embarazadas o niños en período de lactancia.
Asimismo, las personas que presentan algún tipo de trastorno hemorrágico, al igual que quienes estén medicados por afecciones, como ictus o fibrilación, deben evitar su consumo, puesto que la espirulina genera un efecto anticoagulante.
Por último, es importante tomar en cuenta que, si bien la espirulina tiene muchos beneficios potenciales para la salud, no es un sustituto de una dieta equilibrada, por esta razón, antes de tomar este o cualquier otro complemento alimentario, es recomendable siempre consultar con un profesional en nutrición y salud.