El alga espirulina es muy utilizada en el mundo como suplemento dietario por su aparente aporte de proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos. Según expertos, este ingrediente activo "puede reforzar las carencias nutricionales de diferentes grupos de población".
Así lo afirma la profesora de Estudios de Ciencias de la Salud de la Universidad Abierta de Cataluña al portal especializado Cuídate Plus, Sílvia De Lamo, quien segura que esta especie también destaca por su contenido en betacaroteno, un tipo de pigmento antioxidante.
El bajo aporte calórico de la espirulina, sumado a su contenido nutricional, hacen que sea un suplemento llamativo, aunque hay algunas contraindicaciones, claridades y peligros que deben ser expuestos a los consumidores.
Para empezar, la espirulina no contiene vitamina B12, que es una de las que más se le atribuyen en la creencia popular. Por eso no es un suplente de esta vitamina en personas vegetarianas o veganas.
Daniel Ursúa, dietista-nutricionista, le dijo a Cuídate Plus que hay que tener cuidado con el alto contenido de yodo que tiene esta planta, ya que en el mundo occidental no se tiene un consumo tradicional elevado de algas.
De hecho, en 2015 la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria incluyó los riesgos potenciales asociados al uso de las algas marinas entre los 18 problemas emergentes del viejo continente relacionados con la alimentación.
Y es que, en exceso, el consumo de algas puede resultar en problemas con la tiroides, aunque también existe el riesgo relacionado con el arsénico, un elemento tóxico presente en algunos mares y lagos que es absorbido por las algas, por lo que su consumo, si se tiene, debe ser moderado en cualquier caso.
Asimismo, la espirulina está contraindicada para ciertas enfermedades como la fenilcetonuria, un defecto de nacimiento que provoca la acumulación de un aminoácido llamado fenilalanina en el cuerpo. Tampoco se recomienda para quienes tienen enfermedades autoinmunes porque puede generar brotes.
Y, en caso de que una persona esté en algún tratamiento farmacológico esencial, antes de consumir cualquier alga como la espirulina se debe consultar con el médico tratante para prevenir efectos adversos.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), "la combinación de suplementos dietéticos y medicamentos puede tener efectos peligrosos e incluso mortales", por lo que no debe asumirse que "natural" significa seguro.
En personas con una dieta equilibrada, según De Lamo, las proteínas que contiene esta planta podrían llegar a reducir el consumo de otras que son dañinas para el medioambiente, como la carne de red. Pero, por ahora, no hay evidencia científica suficiente para tomarlo como un hecho.
En todo caso, como lo recomienda la FDA, antes de tomar cualquier suplemento dietético es importante consultar con su profesional de salud.
Andrés Felipe León Maffiold / El Tiempo GDA