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El orégano es una especia que se puede encontrar en una gran cantidad de cocinas del Uruguay. Sirve tanto para condimentar tomates como una muzzarella de bar, pero quizá para muchos sea una novedad que el orégano también tiene muchos beneficios si se prepara como un té.

La infusión de esta hierba ofrece múltiples beneficios para la salud, puesto que el orégano es una planta con altos niveles de vitaminas A, C, E y K. Además, tiene una gran cantidad de minerales como el potasio, el hierro y el magnesio.

Además, es rica en fibras y contiene folato —la vitamina B9, importante en la formación de los glóbulos rojos y para el crecimiento y la función saludables de las células, según Mayo Clinic—.

El té de esta planta ayuda a reducir y evitar molestias digestivas, que se producen tras el exceso de comida, como la acidez, reflujo y evita el estreñimiento.

El consumo de infusiones de orégano ayudan a regular la circulación sanguínea, evitando la aparición de trombos, y ayuda a regular la menstruación.

El orégano es un excelente antiinflamatorio, ya que contiene betacariofilina, una sustancia utilizada en tratamientos de osteoporosis y arteriosclerosis. Además, ayuda a reducir los dolores menstruales por contrarrestar la inflamación del útero.

Se trata de un excelente cicatrizante, por lo que expertos aseguran que el consumo de esta infusión es beneficioso para la piel por la reducción de la posibilidad de infecciones en heridas, con lo que se acelera el proceso de cicatrización.

Además, el té de orégano tiene un efecto relajante que ayuda a conciliar el sueño, al disminuir los síntomas de ansiedad y estrés.

También se considera que esta infusión tiene propiedades diuréticas, que se consideran como buen complemento al momento de hacer ejercicio y llevar una dieta equilibrada para perder peso.

Las personas con diabetes o embarazadas deben abstenerse de consumir esta infusión, puesto que pueden presentar alteraciones en la circulación sanguínea y producir algún trastorno hemorrágico.

Foto: Freepik.

Para preparar la infusión, se debe poner a calentar agua para una taza. Cuando hierva, se deberá apagar el fuego, agregar una cucharada de orégano molido, mezclar muy bien y dejar reposar por 10 minutos.

Una vez pasado ese tiempo, se podrá agregar limón y miel a gusto para disminuir la presencia del sabor de la planta.