Estos son los cambios que deberías hacer en la dieta para mejorar tu salud y cuidar el medio ambiente

Existen ciertos alimentos que impactan en la emisión de carbono, afectando la salud del planeta.

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Frutas y verduras
La alimentación también influye en el medio ambiente.
Foto: Freepik.

El Tiempo/GDA
Un estudio de la Facultad de SaludPública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane (Estados Unidos), dirigido por Diego Rose, relevó un potencial aporte a la dieta alimenticia de las personas, y los beneficios que puede aportar para contrarrestar los impactos de la huella de carbono en el medio ambiente.

Los hallazgos en la investigación, fueron publicados en la revista Nature Food, que, según los investigadores, podría incentivar a múltiples personas a adoptar estilos de vida que contengan hábitos alimenticios que tengan en cuenta las repercusiones en el clima global. Según el estudio, la producción agrícola representa entre el 25 % y el 33 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo la producción de proteína vacuna uno de los principales que aportan.

El estudio analizó los datos de la dieta alimenticia de "más de 7.700 norteamericanos, y los resultados identificaron estos alimentos de consumo habitual con mayor impacto en el medio ambiente y ofreció alternativas nutricionales para actuar frente a esta problemática".

La finalidad de investigación, en primer lugar, no era identificar alternativas saludables a los alimentos con gran cantidad de carbono, pero el cambio a productos alimenticios con menores cantidades mostró "mejoras considerables en lo saludable de las dietas". Si bien, estas sugerencias no pretenden ser una solución para contrarrestar todo el impacto del carbono en el climático o en salud de las personas, se espera que pueda minimizar ciertos factores de riesgo. El investigador explica que "puede ser tan sencillo como pedir un burrito de pollo en lugar de uno de ternera cuando salimos a comer fuera".

La dietista y nutricionista estadounidense Kimberly Melton en una entrevista con el medio Well+Good dio recomendaciones de alimentos que deben estar siempre en las comidas cotidianas de las personas para llegar a la vejez sanas y prevenir enfermedades.

El primer alimento que recomendó Melton fueron las legumbres, que son fuente de proteínas y fibras con altos valores nutricionales. Están llenas de vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen nuestro sistema inmunológico y protegen el cuerpo contra enfermedades.

Las legumbres son bajas en grasas saturadas y proporcionan aminoácidos esenciales que tu cuerpo necesita para funcionar correctamente. Es necesario incorporar proteínas en cada comida para mantener la fuerza y la vitalidad.

Además, su alto contenido en fibra contribuye a la digestión saludable y a mantener saciado y limpio el organismo. Las lentejas y los porotos ayudan a prevenir la ansiedad y otras patologías.

También, los frutos secos, son una excelente fuente de hierro, calcio, magnesio y potasio, que actúan como antioxidantes. Asimismo, proporcionan energía sostenible a lo largo del día, evitando los picos de azúcar en sangre y los bajones de energía. Además, contienen nutrientes que mejoran la salud digestiva y ayuda a controlar el apetito.

Estos son algunos frutos secos que mejoraran tu salud cardiaca y funcional:

Avellanas: Tiene alto contenido en vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunológico.

Nueces de macadamia: Su alto contenido en fibra ayuda a prevenir el estreñimiento.

Almendras: Contrarresta la diabetes al ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, además de ser bajo en carbohidratos y alto en grasas saludables, proteína y fibra.

Nueces pecanas: Son ricas en ácidos grasos monoinsaturados, que ayudan a controlar el peso y previenen enfermedades coronarias.

Alimentación en la prevención de enfermedades.

Además, la especialista sugirió consumir aceite de oliva frecuentemente, debido a que contiene ácidos grasos indicados para el buen funcionamiento del corazón y es considerado un alimento antioxidante.

Según la organización AARP, el aceite de oliva lo nombran el “oro líquido” en la dieta mediterránea porque "ayuda a controlar los niveles de colesterol y protege la densidad de los huesos, previniendo la osteoporosis y otras enfermedades relacionadas".

También, el aceite de oliva, ayuda a frenar la formación de la placa de ateroma en los vasos sanguíneos, lo que provoca la aterosclerosis, u obstrucción de las arterias.

La nutricionista también recomendó consumir bayas y frutos rojos, ya que contribuyen a la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes y neurodegenerativas como el Alzheimer. Además, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Dentro de este grupo alimenticio están las fresas, arándanos y moras, que tienen propiedades para la óptima función cerebral, mejorando la cognición y prevenir el deterioro neurológico que está relacionado con la edad.

También los antioxidantes y las vitaminas de los frutos rojos pueden ayudar a mantener la piel sana, y combatir los daños causados por cambios radicales del clima.

El cambio climático es un riesgo que permanece en la actualidad actual. Contraer hábitos alimenticios nutritivos, y que ayuden a contrarrestar el impacto de carbono en el medio ambiente, es esencial en un ritmo de vida donde la emisión de distintos gases perjudiciales para la salud del planeta son cada vez más recurrentes.

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