La Nación/GDA
Millones de personas alrededor del mundo comienzan su día con una taza de café. Una bebida que se caracteriza por su fuerte aroma y color oscuro que nunca falta en las casas, pero que no a todos les resulta efectiva o beneficiosa. Están quienes aprecian su sabor y los que desean “despertarse” más, pero también perciben que el caféaumenta sus niveles de ansiedad o les provoca dolor estomacal y acidez. Es por esta razón que años atrás se comenzaron a comercializar infusiones alternativas con una dosis de cafeína reducida y a mezclar este tradicional brebaje con hierbas, especias y plantas con el objetivo de suavizar sus efectos.
Este es el caso de la combinación del café con el cacao. Los adeptos resaltan que el cacao ayuda a aliviar los picos de ansiedad y nerviosismo que la cafeína puede ocasionar. “Cada vez más personas adoptan estas alternativas más livianas porque el café, tomado solo, les cae mal o puede ser muy fuerte para quienes no están acostumbrados a la potencia del grano”, dice la licenciada en Nutrición Mercedes Engemann. Sucesivamente, explica que esta tendencia también es consecuencia de lo distorsionado que está el umbral de sabores en la sociedad –sobre todo de bebidas y comidas dulces– con la adición excesiva de endulzantes ultra procesados. “Bebidas como ésta que añade cacao al café son una opción más natural y sana”, agrega.
Unión armoniosa: beneficios del café con cacao.
En las cafeterías de especialidad se apoda “Mocha latte” y se compone de tres ingredientes: un shot de café espresso, chocolate amargo en polvo o almíbar de chocolate, y un agregado de leche o crema. Originalmente se cree que la bebida tiene origen en la ciudad yemení de Al Moka, lugar desde donde cientos de años atrás se importaban los populares granos de café. Fue durante el siglo XVII que esta ciudad portuaria llegó a ser uno de los centros principales del comercio del café de Yemen dada su receta única: un café dulce con chocolate que era popular entre quienes frecuentaban el área portuaria. Pasó el tiempo y la receta nunca se perdió sino que se expandió a todos los continentes y se estableció como una de las favoritas entre quienes disfrutan de sabores dulces e intensos aromas.
Según el portal Medical News Today, la cafeína tiene el poder de estimular el sistema nervioso central y por eso quienes consumen café suelen estar más alertas y concentrados. La cafeína es la responsable de la mejora de varias funciones cognitivas, como la memoria y otros procesos cerebrales similares. Sumado a esto, se detalla en una investigación que el agregado del cacao aporta gran cantidad de flavonoides que aumentan el flujo sanguíneo cerebral, y que a su vez, hacen que el cerebro reciba más oxígeno.
Además, un escrito científico publicado en la revista Frontiers in Pharmacology revela que el cacao posee además teobromina -un compuesto químico que se encuentra naturalmente en varios alimentos, sobre todo en las semillas del cacao-, que actúan de una manera similar a la cafeína e influyen de forma positiva en el estado de ánimo y de alerta de las personas.
Un estudio realizado en conjunto por las Universidades de Wisconsin, Oregón y Georgia sostiene que añadir cacao al café permite estar más concentrado. Los participantes de la muestra se dividieron en grupos para consumir cuatro bebidas calientes diferentes: una con cacao, otra con cafeína, otra con una combinación de las dos y otra que era un placebo. Luego se les pidió que completaran una “prueba de energía mental”; como resultado, se evidenciaron tasas de respuesta más rápidas entre aquellos que bebieron cacao solo y la mezcla de cafeína con cacao. Como ya se mencionó previamente, además de notar un aumento en la concentración, la investigación demostró que el cacao disminuía “los efectos del café que producen ansiedad”.
“Notamos que el cacao incrementa el flujo sanguíneo cerebral, lo que mejora la cognición y la atención. La cafeína por sí sola puede aumentar la ansiedad”, le reveló a Global News el autor del estudio, Ali Boolani. “Este proyecto en particular descubrió que el cacao tiene el poder de disminuir los efectos de la cafeína que producen incomodidad y alteración”, sumó.
El mismo grupo de estudiosos encontró que el café por sí solo tenía un efecto negativo en el estado de ánimo de las personas. Y, en comparación con el grupo de placebo, aquellos que solo consumían cafeína en su bebida estaban más enojados. En contraposición, el consumo de cacao junto con cafeína debilitó los sentimientos de ira y ansiedad en los participantes.
Matías Marchetti, licenciado en Nutrición y autor de libros sobre vida sana explica que entre los beneficios individuales de tomar café se encuentran: mejora de la concentración, quema de grasas y potenciador de la energía. “Por su parte, el cacao también tiene esas propiedades de excitación y mejora de la concentración, así que si uno los combina a ambos sus características estimulantes se potencian. No obstante, hay que tener en cuenta que esto no ocurre en un rango farmacológico –entiéndase el efecto que tiene un medicamento– sino que siempre se habla en los parámetros de lo que puede lograr un alimento”, enfatiza.
La bebida resultante presenta tanto los sabores complejos del cacao en polvo con los del café, pero con un sabor menos amargo. Como explica la Lic. Engemann, lo beneficioso de añadir cacao en polvo al café es que el primero no contiene azúcar añadido por lo que permite resaltar aún más las notas dulces del café sin convertirlo en una bebida poco saludable.
¿Cuál es el mejor cacao para el café? Los expertos consideran que el cacao amargo es uno de los mejores tipos para añadir en el café. “Hablamos siempre de la opción sin azúcar y sin leche ya que sino haríamos referencia a una golosina. También es útil saber que estas ventajas de consumir cacao no son algo mágico ni único que no se pueda encontrar también en verduras y frutas”, sostiene el Lic. Marchetti.
En lo sucesivo, añade que el cacao al 100% en polvo es de las mejores opciones para añadir en infusiones dado que, a ese valor se mantienen sus propiedades y se evita la adicción al azúcar o a los distintos componentes ultra procesados.
Por último, el nutricionista desaconseja tomar esta bebida todos los días ya que genera tolerancia y acostumbramiento. “Lo ideal sería consumirlo dos o tres veces por semana para obtener su beneficio tanto energético como de placer”, destaca Marchetti.